La nevera es uno de los electrodomésticos más importantes en cualquier casa. Gracias a este aparato se puede alargar durante semanas la vida útil de decenas de productos alimenticios.

Pese a ser fundamental en cualquier casa, también es uno de los aparatos que más energía consume. Los frigoríficos pueden llegar a consumir más del 30% del consumo de electricidad de un hogar. 

Trucos para ahorrar

Existen numerosos factores que harán que la nevera consuma más energía o que tenga un consumo mucho más eficiente. Para ello habrá que tener claro cómo se debe usar la nevera.

  • Colocar la nevera en un lugar adecuado, es decir, lejos de fuentes de calor como estufas y hornos. También es importante asegurarse de que la nevera no esté expuesta a la luz del sol, ya que esto puede aumentar su consumo. Asimismo, debe tener suficiente espacio alrededor para permitir una buena circulación de aire. 
  • No se debe poner el selector de temperatura en un valor demasiado bajo. Una temperatura interior de 5º C en el frigorífico, y de -18º C en el congelador es más que suficiente para conservar la mayoría de los alimentos.
  • De vez en cuando se debe pasar la aspiradora por detrás del frigorífico para quitar el polvo. No hay que olvidar que el frigorífico respira por ahí y es importante que el intercambio de calor con el ambiente sea el correcto.
  • Se debe descongelar de vez en cuando. Tener hielo en la nevera no enfría más, sino que hace todo lo contrario. El hielo dificulta el enfriamiento, provocando un despilfarro de hasta un 30% de energía. Si no se puede evitar que haya hielo, no se debe dejar que la capa supere los 3mm de espesor. Si después de limpiarlo vuelve a aparecer hielo enseguida es que la puerta ya no cierra herméticamente. 
  • En periodo vacacional es mejor dejarlo limpio y vacío y desenchufarlo para evitar un gasto inútil.
  • A mayor tamaño de la nevera, mayor consumo. Así que se debe escoger un modelo adecuado a las necesidades. Por cada 100 litros de capacidad el consumo aumenta unos 120kW/año, es decir, unos 14,3€/año.
  • El orden en la nevera es imprescindible para que la puerta esté abierta el mínimo tiempo posible. Cada vez que se abre la puerta el frigorífico pierde frío y por tanto consume más para restablecerlo. Mantener el orden en la nevera ayudará a localizar antes lo que se busque.
  • Algo imprescindible es no guardar alimentos calientes. Se deben dejar enfriar en el exterior. En cambio, al descongelar alimentos lo haremos en el frigorífico para no malgastar el frío que desprenden.

Siguiendo estos trucos tan útiles como sencillos se podrá conseguir un gran ahorro cada mes, además de alargar la vida útil de nuestra nevera.