El grupo municipal de EH Bildu ha criticado que el Gobierno de Donostia haya favorecido la reconversión de la Torre Satrustegi, en la ladera de Igeldo, en un hotel, hecho que, a su entender, es “incompatible” con la moratoria existente en la ciudad en la materia de apertura de establecimientos hoteleros.

El portavoz de la coalición. Juan Karlos Izagirre, ha expresado en la comisión de Desarrollo y Planificación del Territorio, su preocupación por la solicitud que PNV y PSE han cursado al Gobierno Vasco “para la modificación de la protección del edificio”.

En opinión de Izagirre, las explicaciones que ha dado la delegada de Urbanismo, Nekane Arzallus, en torno a este proyecto no hacen más que acrecentar su preocupación, ya que evidencian “la nula voluntad de este equipo de gobierno para evitar que nuevos hoteles abran en la ciudad y que lo haga, además, bajo el pretexto de la preservación del patrimonio”.

Moratoria con "excepciones"

EH Bildu ha vuelto a constatar que “la moratoria contempla importantes excepciones” y que es “un coladero para que promotores privados rehabiliten edificios y abran nuevos hospedajes en connivencia con otras instituciones”.

Este nuevo hotel de lujo no respeta la protección que hay que darle al edificio, y además plantea grandes movimientos de tierra porque necesita que las habitaciones tengan mejores vistas. Es realmente grave. Este es otro ejemplo de cómo se construye esta ciudad, anteponiendo los intereses particulares, en este caso de una promotora, por encima de los generales”, ha denunciado el portavoz de la coalición independentista.

Que Arzallus haya argumentado que “si un edificio que está protegido en el PEPPUC hay reconvertirlo en hotel para su protección, se hará un hotel”, es “una declaración de intenciones por parte del Gobierno municipal que, a su entender, vuelve a defender “los intereses privados” en ves de defender los de la ciudadanía.

Preocupación de Ancora

También la asociación de defensa del patrimonio, Ancora, había expresado su preocupación por la construcción del hotel en la Torre Satrustegi, un edificio de 1883. Las intervenciones que se plantean, añadieron desde este colectivo,  "choca con los decretos de Cultura que prohíben tanto la edificación como incluso los movimientos de tierra en el jardín" .

Ancora, además, recordó que sobre esta singular edificación recae “un doble grado de protección, derivada de su declaración como Monumento de Euskadi y elemento asociado al Camino de Santiago” .