El GOe es una realidad integrada, no sin polémicas, en el corazón de Gros. En la mañana de hoy, representantes de ese ecosistema que ha hecho posible que sea una realidad, han querido estar presentes en la jornada de la inauguración, ‘Goe Day 1’, participando (repartidos en grupos) en los talleres que se han impartido a lo largo de la mañana, doce en total, “una experiencia inmersiva donde el aprendizaje, la creatividad y la participación ciudadana han sido protagonistas”.
Abrazos, cariño y emoción en los encuentros entre las primeras espadas de la cocina estatal e internacional, que no han dudado en mostrar su apoyo a un proyecto que es ya una realidad. El proceso ha sido vertiginoso, y así lo ha reconocido el director del BCC, Joxe Mari Aizega, que se mostraba incrédulo ante la velocidad con la que se han podido acabar las obras.
Aizega, ante un auditorio en el que no cabía un alfiler, insistió en la idea guión del Goe, que avanza hacia “un futuro delicioso desde la gastronomía, promoviendo la alimentación sabrosa, saludable y sostenible”.
Primeras espadas de la cocina
Escuchando a Aizega se hallaban, entre otros, los miembros de la Comisión Internacional del Basque Culinary Center, algunos de los chefs más reputados a nivel internacional y representantes de las empresas que han apoyado un proyecto, ya una realidad, que Aizega subrayó que se sustenta “en la pasión y el propósito”. Ya por la tarde les ha tocado el turno a las instituciones.
En un edificio que aúna, con su diseño, mar y montaña con sus olas o laderas, se han encontrado nombres Joan Roca, Gastón Acuriio, Yoshihiro Narisawa, Manu Buffara, Mauro Colagreco, Pía León, Elena Reygadas, Trine Hahnemann, Thitid Tassanakajohn, Josh Niland, Michel Bras y Narda Lepes, así como miembros del Patronato como Elena Arzak, Diego Guerrero, Eneko Atxa, Karlos Arguiñano, Martín Berasategui, Pedro Subijana, e Hilario Arbelaitz.
Los invitados al acto de la mañana, divididos en grupos identificados con pulseras de distintos colores, han participado en algunos de los doce talleres programados en las cuatro plantas del GOe, en los que se han aproximado a sus “grandes líneas de trabajo”: nuevas proteínas basadas en micelio, fermentación como motor de innovación… Además, han podido explorar nuevas propuestas operativas, como la de cero residuos en comida, y experiencias inmersivas, como una aproximación al servicio de El Celler Can Roca, entre otras.
Con el apoyo institucional
El de esta mañana ha sido un acto en el que también se ha agradecido el apoyo de instituciones y empresas a la hora de “tejer redes de cooperación”, que han hecho posible que GOe sea una realidad, casi tres lustros después de que el Basque Culinary Center echara a andar.
Más de 1.500 personas han tomado parte en la inauguración del GOe, que quiere consolidarse como “un ecosistema único en el mundo: un icono internacional que conecta gastronomía, conocimiento e innovación con ciudadanía y profesionales de la gastronomía y alimentación”
El continente
Bjarke Ingels, fundador del estudio de arquitectura danés BIG (Bjarke Ingels Group) , que ganó el concurso internacional convocado para diseñar el Goe, ha sido el encargado de explicar los secretos de un edificio singular que hace de puente entre el monte y el mar, con un diseño “que evoca una ola” y que se abre a la ciudad con cubos acristalados, en la zona que mira a La Zurriola. Son muchos los guiños a la esencia de Donostia, como el material utilizado en su fachada que, por ejemplo, evoca a las esculturas de Chillida. La cobertura, fruto del proyecto de Lur Paisajistak, nace para ser disfrutado e integrarse en el entorno.
Incluso Ingels se mostraba hoy sorprendido de que el GOe haya podido abrir sus puertas en fecha, un edificio cuyas obras comenzaron en noviembre de 2023 y que suma 3.600 metros cuadrados de zonas verdes (1.329 en la cubierta y 2.271 en la urbanización complementaria).
Lo reconocía Aizega. “Hace unos días la gente que pasaba por aquí me decía que no íbamos a llegar. Y aquí estamos”.