Después de los fuegos artificiales y el tradicional helado, en Donostia, durante la Aste Nagusia, quedan dos tipos de personas: por un lado, los que ya han dado todo de si y regresan a sus hogares y, por otro, aquellos para los que la fiesta no ha hecho más que empezar. Los conciertos repartidos por la ciudad y los bares son un aliciente para seguir con la fiesta, pero en la capital guipuzcoana destaca un clásico: la discoteca Bataplán.
“Abrimos diez noches seguidas y hay quien nos pregunta si este domingo también lo haremos”, cuenta entre risas Tristán Montenegro, encargado del emblemático local que fundaron sus padres hace ya 46 años. “La Aste Nagusia es una fiesta especial porque el público es diferente al del resto del verano. Vienen más donostiarras y gente de Gipuzkoa o de Euskadi, así que es como una reivindicación de nuestro momento de fiesta”, revela.
“Abrimos diez noches seguidas y hay quien nos pregunta si este domingo también lo haremos”
Desde el pasado jueves, Bataplán ha abierto sus puertas cada noche, a partir de las 00.00 horas, y seguirá haciéndolo hasta este sábado. Lo hará, además, con una programación pensada “para todos los públicos”, con música “más comercial”, DJs de electrónica y la tradicional noche reservada para los más jóvenes. “Tratamos de que la fiesta sea para todos porque son días especiales. Estos días podemos abrir, además, el local un poco más”, indica, asegurando que las vísperas de festivo y los propios festivos son las jornadas con más afluencia. “Entre semana se calma algo más y casi no se ven turistas, pero todos los días se llena”, apunta.
Para poder hacer frente a esta carga de trabajo, la plantilla de la discoteca se ha aumentado durante estos días. Así, cada trabajador puede librar durante alguna de las jornadas. Una vez terminen las fiestas, además, el equipo se reserva varios días de vacaciones. “Es una fiesta muy bonita, pero también es verdad que acabas muy cansado. Te da también un poco de pena perderte cosas, como no poder ir a algún concierto...”, apunta Montenegro.
La fiesta se ha adelantado
Aunque oficialmente la fiesta no arranca hasta las 00.00 de la noche, hay gente que nada más terminar los fuegos artificiales ya ronda los exteriores de la discoteca. “La mayoría vienen entre las 00.00 y las 2.00 horas. Sobre la 1.30 horas ya tienes al 90% de la gente”, asegura el gestor del establecimiento, afirmando que, desde la pandemia, ha cambiado el ritmo de entradas.
“Antes, se apuraba hasta que se cerraban los bares para ir a la discoteca, pero ahora se ha adelantado todo mucho. La gente viene directamente aquí”, apunta, señalando que esta semana “está marcada en el calendario” de mucha gente. “Para nosotros también son unos días muy importantes porque viene mucha gente. Tratamos de hacer que todo el mundo se lo pase estupendamente”, observa.