La calle San Bartolomé, en el tramo que discurre entre Easo y Urbieta, vuelve a la normalidad a partir de mañana, después de que el departamento de Movilidad Sostenible del Gobierno Vasco haya dado por finalizadas las obras de urbanización de esta zona afectada por las obras del Topo.

Las obras, que han tenido un coste de 700.000 euros, han permitido ampliar las aceras y crear nuevos carriles para el transporte público.

La urbanización de este tramo llega después de que se hayan acabado las obras de “restauración y mejora” obligadas por la construcción en este punto de las ventilaciones de emergencia de la que será la estación del Topo Centro-La Concha.

En el proceso de obra se ha realizado una “reordenación integral del espacio” y se ha creado un carril bus de dirección única, además de habilitar un área de carga y descarga y ampliar las aceras con el objeto, han subrayado desde el Gobierno Vasco, de “mejorar la comodidad de la ciudadanía y promover un ambiente más amigable y sostenible”.

Numerosas intervenciones

Según ha informado el citado departamento a través de una nota, después de que el 11 de julio se procediera a la apertura de la calle Easo se han acometido nuevas intervenciones, con el aglomerado de una superficie aproximada de 2.500 metros cuadrados. Estas actuaciones han afectado a los siguientes tramos de vía: entre Urbieta y Easo y entre Getaria y Fuenterrabia, además de la calle Easo, entre San Bartolomé y San Martín y la conexión de San Bartolomé con Aldapeta.

Además, se han instalado tres nuevos bancos en Easo, San Martín y Arrasate.

Queda pendiente la reapertura de la plaza Xabier Zubiri, prevista para inicios de otoño.

Según ha destacado Movilidad Sostenible, “la regeneración urbanística el Centro de Donostia avanza a medida que concluyen determinados tajos del Topo”.