Si hay una invitada que nadie quiere en verano es la carabela portuguesa, cuya presencia en la costa de Donostia ha hecho que se cierren hoy al baño las playas de Ondarreta y La Concha. La medida ha afectado a la jornada matinal en ambos arenales. Hacia el mediodía se ha cambiado a bandera amarilla.

En la jornada de hoy solo se ha librado de la presencia de estos animales la playa de la Zurriola. Según el parte del Servicio de Mantenimiento Urbano, se han registrado dos picadoras "fuertes", una en Ondarreta y otra en La Concha. Además, ha habido muchas más de carácter leve, en estas dos playas y en la de la isla Santa Clara.

El pasado jueves el Ayuntamiento de Donostia ya alertó de la presencia de carabelas portuguesas en la playa de La Zurriola, aunque no se registró ni se atendió ningún caso de picaduras

Pero no es un fenómeno del litoral donostiarra. La víspera le toco el turno a la playa de Hondarribia, que colocó la bandera roja y de cuyas aguas se extrajeron un total de doce ejemplares de carabela. También la playa  Gaztetape de Getaria se tuvo que colocar la bandera que avisa de la presencia de medusas.

Situación de las cuatro playas

Según el comunicado enviado por el Servicio de Mantenimiento y Servicios Urbanos sobre las cuatro playas de Donostia a última hora de la tarde, esta es la situación:

Isla: Bandera amarilla por presencia de medusas. Se ha registrado una picadura leve.

Ondarreta: Bandera roja por picadura fuerte en la mañana. A las 14:30 aproximadamente, se ha cambiado a bandera amarilla por medusas durante toda la tarde. Se han registrado más picaduras leves, sin gravedad.

La Concha: Varias picaduras leves y una más intensa que ha requerido aviso a ambulancia, lo que motivó la colocación de la bandera roja durante dos horas, a partir de las 11:30. El resto del día se mantuvo la bandera amarilla por medusas, con alguna picadura leve sin importancia.

Zurriola: Baño abierto. Se han registrado media docena de picaduras leves.

¿Qué es una carabela portuguesa?

La carabela portuguesa podría parecer una medusa, pero no lo es. En realidad, es un "hidrozoo sifonóforo", es decir, una colonia de organismos especializados que funcionan juntos como si fueran un solo ser vivo.

Su llegada a la costa se explica por el aumento de la temperatura del agua y su parte más visible es una estructura de gas que flota en la superficie del agua y que puede alcanzar los 30 centímetros de longitud. Dispone también de largos tentáculos que cuelgan debajo. Estos tentáculos pueden superar los diez metros de largo y son los responsables de su peligrosa picadura que puede provocar mucho dolor y es similar a una quemadura.

Ante una picadura se recomiendo salir del agua y no tocar la parte afectada, para evitar que el veneno se extienda. Lo más prudente es acudir a los servicios de vigilancia de las playas para recibir la atención necesaria.