Una de las dudas que podría surgir con el proyecto de transformación de la plaza de toros de Illunbe en un nuevo recinto multiusos era precisamente la continuidad de su función original. La posible interrogante ha quedado despejada en la presentación de la propuesta: Illunbe Berria garantiza la continuidad de las corridas de toros. Según el alcalde Eneko Goia, "la actividad taurina será posible".
En la nota de prensa distribuida a los periodistas, se explica que el proyecto diseñado cambia "el eje principal de la instalación: así Illunbe pasará de ser una plaza de toros que puede ser utilizada de forma secundaria para otros fines, a ser un pabellón de multiusos versátil en la cual también se podrá desarrollar un evento taurino".
Parte de la actual plaza
Según se ha explicado en la presentación, el proyecto mantiene el albero (el círculo de tierra ocre donde se desarrolla la lidia) y las localidades más bajas de la actual plaza, unas 3.000 localidades.
Es decir, el proyecto no se ha olvidado de la afición taurina donostiarra y garantiza la continuidad de su afición pese a que, por la otra parte, existe un fuerte movimiento opositor a este espectáculo.
No hay que perder de vista que en su día en Donostia se recogieron casi 10.000 firmas para pedir la celebración de una consulta sobre la celebración de corridas de toros en la ciudad. Pese a que el ayuntamiento dio los pasos para su organización amparado en un reglamento propio, finalmente el Tribunal Supremo vetó la organización del referéndum, tras impugnación de la Administración General del Estado.
Consulta anulada
La Sala Tercera del Alto Tribunal desestimó el recurso interpuesto por el consistorio donostiarra contra una sentencia anterior del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que anuló el citado reglamento por considerar que contenía una figura, la de la consulta popular no refrendataria, que en realidad significa un "auténtico refrendo". El TSJPV entendía que el reglamento anulado pretendía pasar por meras "consultas" procesos que constituyen auténticos refrendos, que incumplía la Ley de Bases de Régimen Local.
Ese reglamento se activó poco después de aprobarse tras validar 8.986 firmas presentadas por la plataforma Donostia Antitaurina Orain!, lo que superaba el 5% del censo donostiarra necesario requisito exigido por la norma anulada para convocar una consulta sobre la celebración de festejos taurinos en instalaciones municipales. El Ayuntamiento había previsto que la consulta podría celebrarse en febrero de 2017, pero la sentencia del TSJPV dejó en el aire todo el proceso que quedó finiquitado por la sentencia del Supremo.
Afición y feria a la baja
Además, el PP consiguió gracias a su mayoría consiguió en 2013 aprobar Ley que protege a la Tauromaquia al considerarla como patrimonio cultural, lo que supone el blindaje de esta actividad con rango de ley en todo el estado. Es decir, el ayuntamiento no puede impedir la organización de las corridas si existe infraestructura para su celebración.
En Donostia, la afición se puede cifrar en torno a los 4.000-5.000 personas si nos atenemos a la asistencia media que viene registrando la plaza en los últimos años. Igualmente, la feria ha reducido su programa a tres jornadas durante la Semana Grande.