Lo reconoce Eneko Goia, la Semana Grande le gusta pero desde que asumió la responsabilidad de ser el alcalde de la ciudad le resulta agotadora. Cuando ya está todo preparado para que Donostia comience a disfrutar de sus fiestas, el primer edil donostiarra comparte con NOTICIAS DE GIPUZKOA su parecer en torno a distintos temas de actualidad.
¿Con qué escenario trabaja el Ayuntamiento en la compra de los Cuarteles de Loiola?
Estamos a la espera de la resolución de Costas, que es lo más importante de todo, porque establecer la franja a 100 metros o a 20 es determinante para lo que se puede hacer allí. Teníamos como plazo, de mutuo acuerdo, hasta el 18 de agosto, confiando que la resolución de Costas ya estuviera. Pero vemos que no va a llegar y menos siendo agosto. Por ello hemos decidido, también de mutuo acuerdo, suspender el plazo y esperar a que la resolución sea efectiva. No sería responsable por nuestra parte proceder a la firma de las escrituras sin que éso esté suficientemente aclarado. Está siendo un camino tortuoso, lo he de reconocer. A veces uno siente que en lugar de tener un único interlocutor, que tendría que ser el Gobierno de España, se ve obligado a relacionarse con uno, con otro y con otro, porque siempre hay alguien que pone una pega.
¿Sigue confiando Eneko Goia en que la decisión de Costas será favorable para los intereses de Donostia?
Confío en que todo irá con normalidad y que al final la única repercusión sea sobre los plazos. Sería lógico que la resolución de Costas estableciera la zona de servidumbre en 20 metros, como está en el resto de la ciudad. Creo que será así, pero hay que esperar a que efectivamente sea así.
Las obras del Topo, que han generado importantes molestias en la ciudad, siguen su cauce. ¿Qué va a suponer este medio de locomoción para Donostia?
Creo que va a representar un gran cambio. Siempre he creído en este proyecto. Cuando hablamos del Topo nos referimos normalmente a los dos tramos más populares, por decirlo de alguna manera, los de la pasante que han sido los que han tenido más afecciones de obra. Pero se han hecho otras muchas cosas: la estación de Intxaurrondo, la de Herrera, el acceso a Altza, se está haciendo Altza-Galtzaraborda... Cada vez que se ha culminado una intervención el aumento de usuarios ha sido evidente y con el Topo va a ser igual. Estoy convencido de que va a ser el sistema de transporte público más potente que vamos a tener en el área metropolitana, no solo en Donostia. Nos permitirá tener una oferta de transporte público excepcional, con una gran frecuencia y con la seguridad que da no depender de lo que sucede en superficie para garantizar la puntualidad. Faltan otras piezas en este puzzle. La obra de los dos tramos de la pasante avanza, uno está prácticamente acabado y el otro está ya encauzado. Finales de 2025 o inicios de 2026 son las fechas que se nos dan para su conclusión. Coincidirá con Altza-Galtzarbaorda, que dejará de ser un fondo de saco. Quedará entonces pendiente el intercambiador de Riberas de Loiola, muy importante para incorporar el eje norte-sur, Cercanías de Renfe en conexión con ETS.
“Desde el punto de vista de la ciudad de San Sebastián me toca defender con uñas y dientes la conexión de la Y vasca por Ezkio Itsaso”
¿Cuál es la opinión del alcalde de Donostia respecto a la conexión de la 'Y vasca' con Nafarroa?
Debería realizarse por Ezkio Itsaso sin ningún lugar a dudas. Y no entiendo qué es lo que está sucediendo. Desde el punto de vista de la ciudad de San Sebastián me toca defender con uñas y dientes la conexión con Pamplona a través de Ezkio Itsaso y la salida al Mediterráneo. Lo otro que se está planteando creo que no tiene ningún sentido. Lo cierto es que me resulta difícil de comprender que se hagan esos planteamientos, y más difícil de entender se me hace la posición del Gobierno de Navarra, cuyo silencio es clamoroso ante una solución que también perjudica a los navarros. No soy yo quien tiene que hablar en nombre de los navarros, pero me parece incomprensible que se dé por buena una conexión que es infinitamente peor y que tiene muchos problemas, como evidenció el informe realizado por el Gobierno Vasco hace seis años.
Otra obra que ha tenido que superar muchos escollos es la de La Bretxa.
Sí. Pero ya está adjudicado el proyecto de urbanización del entorno, que empezará a ejecutarse en septiembre. Esperamos que también próximamente, una vez que ya hemos rescatado la concesión, podamos licitar el resto de actuaciones que quedaron pendientes y que tenía que haber hecho el concesionario. Todavía queda tiempo de obra pero confío en que ésta será la solución definitiva de la mano del Ayuntamiento. Después quedará lo que el concesionario, después de todos los incumplimientos en los que ha incurrido, quiera hacer en tribunales. Por nuestra parte tenemos el firme compromiso de terminar con la obra.
¿Qué supondrá La Bretxa para la Parte Vieja?
Ya está suponiendo algo, porque hay partes que están en funcionamiento, como el Ambulatorio en el edificio de Pescadería, que ha supuesto una clara mejoría. La pista deportiva ha tenido muy buena acogida. Orixe tiene ya una instalación deportiva cubierta en la Parte Vieja y se están planteando distintos usos para esa instalación por parte de otras asociaciones, etc. Hay dos elementos que nos faltan y que van a cambiar mucho la fisonomía actual: el mercado tradicional a nivel de calle, que creo que va a dignificarlo; y la recuperación de la propia plaza, otro espacio abierto en el que desarrollar actividades, dando al entorno la naturaleza de mercado tradicional que históricamente ha tenido.
Hay voces que advierten que este año la afluencia de turistas se ha ralentizado. ¿Es una buena noticia?
"En Iparralde hay muchísima menos gente de vacaciones y eso puede influir en el número de excursionistas que llegan a Donostia"
Depende para quién, porque nunca llueve a gusto de todos. No tenemos todavía datos de julio. Respecto a pernoctaciones, aunque no hay datos cerrados, no creemos que haya sido un mes malo. Lo que intuyo es que lo que se ha reducido este año es el número de excursionistas. Esto se nota, y el comercio y la hostelería nos lo han hecho ver. Hay datos que indican que en Iparralde hay muchísima menos gente de vacaciones que otros años, y eso puede estar influyendo en el número de excursionistas que llegan a Donostia. Hay otros elementos, como la inflación, que se hace notar. Otro dato que nos hace corroborar esa impresión es que este verano la circulación, salvo alguna excepción, no nos ha dado los quebraderos de cabeza de los dos años anteriores.
Pese a todo, Donostia acoge a muchos visitantes y la convivencia con las y los residentes se dificulta. ¿Con qué herramientas trabaja el Ayuntamiento en este sentido?
Puede tener distintas herramientas, pero la fundamental es la urbanística, que es la que nosotros hemos utilizado estos años limitando el establecimiento en la ciudad de determinadas actividades. Primero lo hicimos en la Parte Vieja, cuando se declaró zona saturada, y lo hicimos después con modificaciones en el Plan General, dificultando la conversión de determinados edificios en establecimientos de alojamiento. Ahora estamos con una moratoria, que no permite nuevas licencias de alojamiento en toda la ciudad. Iremos a un escenario de modificación del Plan General que restringirá de forma notable la posibilidad de apertura de este tipo de establecimientos. Ese es el principal instrumento que el Ayuntamiento puede tener para dar respuesta a la inquietud existente y preservar la convivencia con una actividad que es importante para la ciudad, que da muchos puestos de trabajo y que gestiona mucha riqueza pero que hay que gestionar con cuidado.
¿Y más?
Hay otra serie de medidas como puede ser la limitación del número de personas de los grupos con guía, ya en marcha. Una medida que miro con optimismo, y de la que nos ha costado mucho convencer a otras instituciones, es el establecimiento de la tasa turística, que parece que por fin tras mucho pedirla ya viene. Ese puede ser otro ingreso que el Ayuntamiento podría utilizar para prestar un mejor servicio y cuidar mejor a la ciudad frente a los impactos que provoca la afluencia de visitantes.
La postura del Ayuntamiento y del consejero de Turismo en este tema difieren. Javier Hurtado se ha mostrado partidario de que sea el Ejecutivo vasco el encargado de cobrar la tasa.
De eso tendremos que discutir y, además, yo pienso discutir. Sería profundamente injusto que se pretenda hacer café para todos con una tasa que tendría como finalidad mejorar una ciudad con impactos por su alto número de visitantes. No tiene ningún sentido. El principal ingreso que viene de la mano de actividad turística en este momento es la recaudación por IVA, y esta recaudación se distribuye por instituciones sin atender a si una ciudad sufre presión turística o no. Me parecería profundamente injusto que se hiciera lo mismo con esto. Creo que claramente tendrían que ser los municipios, los ayuntamientos, los que recauden la tasa que se vaya a crear.
Otra preocupación es retener a los jóvenes en una ciudad que se va haciendo vieja. Para ello, una de las claves es la vivienda. ¿Cómo se va intervenir desde lo local en esta materia?
Los principales instrumentos que tiene un ayuntamiento a su disposición para poder dar una respuesta a este problema son los de promoción. Luego hay otros debates como la declaración de zona tensionada, las disposiciones de la Ley de Vivienda, etc. Nosotros las vamos a aplicar, no tenemos ningún inconveniente, pero creo que a los ciudadanos hay que decirles la verdad. Al final, que San Sebastián sea declarada zona tensionada va a tener un efecto limitado sobre un 3% del parque de vivienda de la ciudad. Más allá de eso, lo que hay es un problema de escasa oferta y mucha demanda. Y a esa realidad es a la que tenemos que intentar darle vuelta. No es nada fácil, no hay recetas mágicas, pero hay que promover nueva oferta de vivienda, con un número muy elevado de vivienda protegida. Nosotros estamos empeñados absolutamente en eso con Ciudad Jardín, el Infierno, Illarra, Igara y toda la vega del Urumea, incluidos los Cuarteles de Loiola.
¿Cómo va la tramitación de la declaración de zona tensionada?
Va según lo previsto. Desde el Departamento de Urbanismo se está trabajando en la elaboración de la documentación necesaria. Es un trabajo detallado que no se puede improvisar. La previsión es que para septiembre pueda estar en manos del Gobierno Vasco, que es la institución que tiene que realizar la declaración.
¿En qué situación se halla la operación de El Infierno?
Estamos trabajando para que se desarrolle lo antes posible. Hay algún realojo que otro y alguna otra cuestión con Diputación pendientes, pero yo creo que seremos capaces de solucionarlas para que arranque cuanto antes, que lo estamos deseando.
Donostia acoge cada vez a más población migrante. ¿De qué forma se actúa desde el Ayuntamiento para que no se generen diferencias entre la ciudadanía?
Más de un 13% de ciudadanos y ciudadanas de Donostia son nacidos en el extranjero. Esta una realidad que va a continuar en una ciudad que vive un proceso de envejecimiento, en la que no se produce un relevo generacional. En Donostia muchos trabajos los están desarrollando personas que vienen del extranjero. En términos generales, San Sebastián es una ciudad acogedora. Lo mejor que podemos hacer es integrar a estas personas en todas nuestras redes sociales y creo que la educación es un elemento fundamental. Ahí nuestras competencias son limitadas, pero hay poner cuidado para evitar, por ejemplo, la creación de guetos.
¿Qué beneficios va a conllevar para Donostia la aplicación de la Zona de Bajas Emisiones?
No hay que olvidar que su aplicación es legalmente obligatoria, al ser una ciudad de más de 50.000 habitantes. Pero, más allá de la obligación, creo que puede ser un beneficio. Al elaborar el proyecto de Zona de Bajas Emisiones hemos tomado en cuenta las mediciones de calidad del aire en la ciudad, no es una decisión caprichosa. La estación con peores registros está ubicada en la plaza Centenario. Con esta medida pretendemos mejorar la calidad de aire que se registra en esa estación y en otros medidores que vamos a poner en toda la Zona de Bajas Emisiones. Es una cuestión medioambiental y de salud.
Donostia es una ciudad referente en la biociencia. ¿Que se agote el suelo en Miramon puede hacer que haya empresas del sector que no vengan?
El Ayuntamiento está absolutamente volcado en ampliar el parque tecnológico. En primera instancia por Illunbe. Su futuro, no el de la instalación multiusos que se quiere hacer sino del entorno, lo estamos orientando de forma clara a la ampliación del parque tecnológico de Miramon. Estamos trabajando con el parque para que se pueda materializar una venta de esas parcelas. Más a futuro, podríamos hablar de Ekogunea, de una ampliación hacia Galarreta. Ya hemos tratado el tema con la Fundación Kutxa. Se trata de que ante la demanda cada vez más importante en Donostia para este tipo de actividades el Ayuntamiento sea capaz de dar una respuesta. No tenemos que olvidar Eskusaitzeta, el mayor polígono industrial de Gipuzkoa, que se está llenando de actividades. Aunque no sean estrictamente de biociencia, si están vinculadas a la ciencia, conocimiento y tecnología. Donostia tiene motivos para decir que es una ciudad de ciencia y conocimiento.
¿Alguna de las medidas de tráfico del verano, que parece que están dando buen resultado, ha llegado para quedarse?
Creo que tenemos que trabajar más intensamente en aparcamientos disuasorios. Es difícil encontrar terrenos en Donostia, porque los que pueden reunir las condiciones normalmente tienen otro destino. Pero creo que tenemos que empeñarnos en buscar más alternativas. Hemos conseguido este año que funcionen los de Ibaeta y Universidades, pero tenemos que buscar más ubicaciones. Algunas ya las tenemos en mente en torno a la Autovía del Urumea. Pero sería muy importante atender a la zona Este. Este año creo que hemos dado un dato importante en dar información previa, aunque también hay que seguir mejorando.
¿Es Donostia una ciudad insegura?
“Los comportamientos reincidentes en delincuencia quedan impunes y eso genera una sensación de impotencia innegable”
Donostia en parámetros generales y en comparación con ciudades de nuestro estilo es segura. Lo que no quiere decir que no tengamos problemas. Es más, de un tiempo a esta parte tenemos más y a mí es uno de los temas que en este momento más me preocupa, porque estamos viendo algunos comportamientos que además son reincidentes y que quedan impunes. Eso a veces genera una sensación de impotencia que no voy a negar, porque la Guardia Municipal y la Ertzaintza están presentes y actúan. Pero hay otras piezas en este puzzle que deben funcionar y hay que lanzar un mensaje claro de que ante la delincuencia hay que dar una respuesta contundente en todos los frentes. El delinquir en esta ciudad tiene que tener consecuencias, no puede haber reincidencias de 12 o 14 veces y que no las haya. Todos nos tenemos que poner las pilas.
¿Esa reincidencia es frustrante?
Claro, para el Ayuntamiento y la ciudadanía. Yo hablo con hosteleros y comerciantes, y hay personas que ya son conocidas por todos. Eso me enfada, porque algunos comportamientos tienen que tener consecuencias penales
Una solución compleja con cambios en el marco legal, etc.
No es sencillo y no está todo en nuestras manos. Yo ya me he dirigido a quien me tenía que dirigir para pedir a cada uno que ponga de su parte para dar una respuesta a esta situación. Espero que así sea, porque creo que este problema, que tiene un carácter general, requiere de una respuesta integral.
Además, se utiliza para que ciertas formaciones y grupos hagan uso del discurso del miedo, que puede resultar peligroso.
Sí, yo creo que hay una actitud de este tipo en esta ciudad y es muy negativa. Considero que utilizar esta cuestión para otros fines habla de la catadura moral de quien lo hace.
Ya esta aquí la Semana Grande. ¿Cómo la vive el alcalde?
Como puedo. Atendiendo a numerosos compromisos, muchos con los medios de comunicación, e intentando disfrutar en familia, aunque cada vez me sigue menos porque según van creciendo empiezan a hacer los planes por su cuenta. Procuro disfrutar de algunas cosas que me gustan mucho, como el Alarde de Txistularis, los fuegos artificiales o algún concierto. Con moderación, pero procuro disfrutar de las fiestas.
¿Qué destacaría Eneko Goia del programa festivo?
Lo plural que es. Que uno siempre puede encontrar algo de su gusto. Después, la implicación de la gente. Hay 4.000 personas por las que es posible que las fiestas se celebren. Es lo que hace particular a la Semana Grande, que haya gente que quiera trabajar por la fiesta.
¿Cómo será el dispositivo de seguridad de la fiestas?
La semana pasada tuvimos la reunión entre el Departamento de Interior y el Ayuntamiento para perfilar el dispositivo para la Aste Nagusia, en el que habrá más operativos disponibles. Se reforzará la presencia de los dos cuerpos (Ertzaintza y Guardia Municipal) en la calle y en los recintos festivos, así como en los recorridos de vuelta a casa.
Un mensaje del alcalde a las y los donostiarras y a quienes nos visitan en Semana Grande.
Que las fiestas son para disfrutar. Y no hay mejor manera de divertirse que respetando a los demás para que todas y todos podamos disfrutar de esta Semana Grande con alegría y buen humor, que es de lo que se trata.