El pasado lunes apareció una misteriosa pieza de madera en la playa de Ondarreta de Donostia, en la zona del Tenis. La marea del mar, al mover gran cantidad de arena, logró desenterrar una pieza que, en ese momento, no se sabía qué era.

Tras el aviso del hallazgo de la pieza el lunes al medio día, el martes se dirigieron a la playa para ver en qué condiciones estaba el objeto y elaborar el plan de extracción de la misma. Así, este miércoles, 7 de agosto, tras solicitar todos los permisos pertinentes, se ha procedido a la retirada de la pieza situada en la arena de la playa de Ondarreta, como ha declarado la arqueóloga Mertxe Urteaga.

Contaban con una hora para realizar el traslado, dado que han aprovechado las horas idóneas en la que la marea aún daba pie a realizar la operación.

El proceso de retirada lo han llevado a cabo la arqueóloga del Servicio de Patrimonio de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Mertxe Urteaga, el restaurador Giorgio Studer y el aparejador Mikel Hernández, ambos también miembros de la Diputación Foral de Gipuzkoa.

Pieza de barcaza en Ondarreta Javier Colmenero

Gran expectación

El hallazgo en las playas de Donostia ha generado gran expectación entre los vecinos y ha atraído la atención de los medios de comunicación. Una pieza de barco, de origen aún desconocido, ha sido extraída de la arena y trasladada a Irun para su restauración y análisis.

Proceso de desalinización

La pieza, según ha podido declarar Studer, será sometida a un proceso de "desalinización" en los laboratorios de Irun, "después de una limpieza superficial", para que el objeto "no se vaya descomponiendo más". El proceso, según las propias palabras del restaurador, será de "dos, tres o cuatro años". Este tratamiento permitirá a los expertos determinar la antigüedad de la pieza y, posiblemente, identificar la embarcación a la que pertenecía.

Según Urteaga, las células de la madera, que "han estado en condiciones de humedad al 100%", están llenas de agua. Para evitar que se descomponga más, "en el momento que empieza a secarse y las células pierdan el agua, lo conveniente es meterlo en una piscina con una saturación del 100% de humedad".

Una vez desalado, se procederá a "una limpieza muy cuidadosa", para "ver si hay alguna huella" con la que "se cayó la pieza". Este proceso es el que dará los datos de la cronología de la pieza.

La última prueba, trata en determinar el tipo de madera que es el objeto.

Se trata, según Urteaga, un proceso "largo y muy tedioso" en el que las cosas se deben hacer "muy poquito a poco".

Primeras hipótesis

Se trata, a priori, de un barco de unos 3.6 metros de longitud que podría tratarse de un barco de fondo plano. Aun así, la arqueóloga Urteaga no ha lanzado ninguna hipótesis sólida del origen de la pieza porque "luego te equivocas".