En esta ocasión que el sol se haya hecho el remolón ha jugado en favor de las y los bañistas que eligen acudir a la playa de La Zurriola, donde esta mañana se han avistado dos ejemplares de carabela portuguesa, una invitada desagradable que se ha hecho asidua al verano donostiarra.

Ya por la tarde se localizó otro ejemplar a la altura del Pico del Loro, hacia Ondarreta, sin que tampoco hubiera que lamentar picaduras, al no ser la de hoy una jornada playera.

Como está ya estipulado, tras el avistamiento se ha procedido a activar el protocolo y en la zona afectada se han colocado la bandera amarilla, de baño con precaución, y la blanca, que indica la aparición de medusas.

Aunque el verano de 2024 no está ofreciendo muchos días de playa, las carabelas portuguesas no se los han querido perder.

Una picadura la semana pasada

Ya la pasada semana se registró una picadura de carabela en el entorno de la isla Santa Clara, tras lo que se llevó a cabo una batida por la bahía sin que se apreciaran motivos de riesgo, por lo que la bandera amarilla colocada tras notificarse la picadura volvió a cambiarse a verde.

En el mes de julio del pasado año solo en una mañana, la del día 13, los servicios de limpieza recogieron más de 40 ejemplares muertos de carabela portuguesa.

Durante varias jornadas fueron numerosos los bañistas que sufrieron la dolorosa picadura de la carabela.

El del pasado año fue un verano malo en este sentido, ya que fueron muchos los ejemplares de carabela portuguesa los llegados a la bahía donostiarra.

En agosto se seguían recogiendo ejemplares muertos. Por ejemplo, el día 28 de dicho mes fueron 12 la carabelas portuguesas retiradas de la orilla.

Protocolo

En el protocolo para episodios de carabela portuguesa en Donostia se contemplan distintos escenarios, aunque siempre que se notifica un avistamiento o una picadura se comunica con la embarcación que las retira para que acuda a la zona cuanto antes. También se procede a avisar al equipo de socorrismo para que extreme la vigilancia.

En el caso de avistamiento se contemplan dos supuestos. Cuando se ven menos de quince ejemplares se coloca la bandera amarilla y la blanca, que avisa de la existencia de medusas. Además, por megafonía se notifica el avistamiento de carabelas y se pide prudencia en el baño.

Si se avistan más de quince ejemplares se coloca la bandera roja de prohibido el baño, la bandera con en logotipo de medusas y por megafonía se indica que se han divisado medusas y que el baño está prohibido.

También se contemplan distintos supuestos en el caso de picaduras. Si una o dos personas evidencian la picadura “latigazo” de una carabela portuguesa con retirada de ejemplares, se coloca la bandera amarilla, la de aviso por medusas y se recomienda el baño con precaución.

Cuando las picaduras han afectado más de dos personas, con avistamiento de más ejemplares en la zona o si no se han podido retirar los causantes de las picaduras, se coloca la bandera roja, la blanca y se prohíbe el baño, notificándolo por megafonía.

Posteriormente se procederá a realizar un seguimiento de los episodios, pudiendo modificar las banderas siguiendo los criterios anteriormente citados. El periodo máximo de seguimiento será cada dos horas, aunque se podrá efectuar en intervalos inferiores. Si se ha puesto la bandera roja, antes de pasarla a verde tendrá que evolucionar a amarilla.