Ya con la temporada de playas, y también de turismo, en marcha, el paseo de La Concha se convierte en uno de los lugares más transitados de Donostia. 

Por ese motivo, y con el objeto de evitar molestias quienes acuden a disfrutar del sol y del mar o simplemente a gozar del paisaje, el área municipal de Mantenimiento Urbano, como ya anunció al inicio de la intervención, ha decidido posponer hasta después del verano el remate del proceso de sustitución de la baldosa gris, o madrileña, por la típica baldosa hexagonal donostiarra.

El pasado mes de abril comenzó el proceso de cambio de las baldosas, lo que obligó a cerrar al tráfico de peatones el tramo de paseo afectado.

Aproximadamente mes y medio después se ha procedido a retirar el vallado y abrir el paso natural por el paseo, donde es bien visible la transición entre los dos tipos de baldosa.

Entre Los Relojes y el Café de La Concha

Será después de verano cuando se reinicien las obras en el trozo de paseo que discurre entre Los Relojes y el Café de La Concha, donde además se ubican accesos a la playa muy utilizados por donostiarras y visitantes.

Esta segunda actuación abarca un total de 985 metros cuadrados, tendrá un plazo de obra de 7 semanas y un presupuesto de 55.084 euros de inversión.

Tramo que queda con la baldosa gris Iker Azurmendi

Rematado el tramo pendiente, la totalidad del Paseo de la Concha lucirá la baldosa hexagonal. Tal y como subrayó en abril el delegado de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento de Donostia, Carlos García, el Ayuntamiento va a “uniformar, por fin, todo el Paseo de La Concha en el que, a día de hoy, conviven dos tipos de baldosa, la antigua gris cuadrado que cada vez está presente en menos sitios de la ciudad y la baldosa hexagonal donostiarra blanca con cenefa gris que ya está presente en prácticamente toda la ciudad”.