Las obras del nuevo trazado del Topo en Donostia encaran su recta final tras el cale producido este miércoles entre los dos frentes de ataque del túnel principal que une Miraconcha y Easo. Según las estimaciones del Departamento de Transportes del Gobierno Vasco, las excavaciones de todo el trazado finalizarán en septiembre y estará completamente hormigonado en un par de meses más. Con ello, y con los últimos avances realizados en las estaciones de Easo, Centro-Concha y Benta Berri, se estima que el nuevo Topo esté en funcionamiento a finales de 2025 o primeros de 2026.

La importancia del cale (la unión de dos frentes de excavación) producido este miércoles a 40 metros bajo tierra del Centro de Donostia ha quedado de manifiesto en los gritos de alegría y en los brindis con txakoli de Getaria que han llevado a cabo los operarios de la obra tras llevarse a cabo. “Todos los cales son acontecimientos singulares, pero este tiene un sentido especial tras los problemas en Miraconcha”, ha recordado el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, quien ha estado presente en la conexión de los dos tramos junto a una representación del Ayuntamiento donostiarra encabezada por el alcalde, Eneko Goia.

La conexión entre los dos túneles se ha producido a la altura de la confluencia de la calle Easo con Arrasate y, para conseguirlo, se ha tenido que utilizar una técnica constructiva avanzada con refuerzos adicionales debido a “la gran complejidad técnica y geológica” de la zona, en la que se halló roca kárstica que obligó a parar las excavaciones en su momento. Una vez conseguido, los trabajos proseguirán horadando el túnel para completarlo en su parte inferior.

De este modo, las previsiones apuntan a que todas las excavaciones de la variante soterrada concluyan en septiembre. Tras ello, se iniciarán los trabajos de revestimiento del túnel de hormigón y los acabados arquitectónicos y podrá acometerse la fase de instalaciones con la colocación de la vía, la catenaria y las señalizaciones.

 “Es, sin duda, de las obras más complejas y ambiciosas de ETS (Euskal Trenbide Sarea) y el Gobierno Vasco y permitirá avanzar hacia una sociedad más accesible. El nuevo trazado cambiará la movilidad sostenible de Gipuzkoa”, ha asegurado Arriola, al tiempo que ha recordado que el proyecto permitirá aumentar las frecuencias entre Zumaia y Hendaia y llevar el Topo a zonas de Donostia a las que en estos momentos no lo hace.

Viviendas sociales en Easo

El cale se produjo a la par que se acometen otras tareas del proyecto como la puesta a punto de los cañones de acceso de la plaza Xabier Zubiri, frente al hotel Londres, y de la calle Loiola. El correspondiente a la calle San Bartolomé, por su parte, está siendo preparado a la espera de que el Ayuntamiento defina urbanísticamente el cerro que lleva su mismo nombre.

Esta nueva estación, que sustituirá a la actual en superficie, se encuentra prácticamente completada. En la actualidad, los operarios trabajan en colocar el revestimiento definitivo con paneles de acero vitrificado y los vestíbulos. La correspondiente a Benta Berri también está completa, por lo que únicamente queda por finalizarse la del Centro-Concha.

Con el soterramiento de la estación, además, la zona de vías de Amara se podrá destinar a la construcción de viviendas. “La voluntad es que sean sociales y permita tener, así, más oferta social en Donostia. Es un complemento al esfuerzo que se está haciendo con estas obras”, ha apuntado Arriola, mientras Goia ha agregado que la previsión es que las nuevas edificaciones vayan más allá de los terrenos de ETS.

“Generar vivienda protegida es una demanda anterior, igual que la conexión entre Amara Berri y Amara Centro”, ha señalado el alcalde donostiarra, recordando que hasta ahora no se había hecho una inversión económica tan grande en la ciudad: “Se abren nuevas oportunidades que no nos podemos imaginar y que solo hemos empezado a vislumbrar. A ello le sumaremos la futura transferencia de Renfe, lo que va a suponer una revolución de la movilidad en Donostia. La vamos a cambiar por completo a mejor”.

Hasta la fecha, la construcción del nuevo trazado del Topo ha necesitado de una inversión de 167 millones de euros, a lo que habrá que sumarles los gastos de los trabajos que quedan por realizarse. Entre ellos se encuentran las futuras actuaciones sobre superficie para reducir el impacto de las obras.

En total, el recorrido, cuyas obras comenzaron en 2017, cuenta con 4,2 kilómetros de longitud divididos en dos tramos: Lugaritz-Miraconcha, concluido en junio de 2022, y Miraconcha-Easo.