La licencia de restaurante que solicitó el propietario de la finca de Arbaizenea, Cayetano Martínez de Irujo, ha sido denegada y estaba previsto que trabajadores municipales acudieran este martes a los terrenos a notificar la decisión del Ayuntamiento.

La petición de autorización municipal para crear un restaurante en la finca que fue la residencia donostiarra de la fallecida duquesa de Alba, sin embargo, fue una petición que se llevó a cabo “equivocadamente”. Así lo señaló el pasado lunes en la comisión de Urbanismo la concejala del área, Nekane Arzallus. Según el gobierno municipal, si bien es cierto que el propietario de la finca de Arbaizenea solicitó licencia de restaurante, la realidad es que no tenía intención de abrir un negocio de estas características ni tampoco un hotel en el lugar.

A pesar de ello, el aristócrata sí mantuvo encuentros con el alcalde, Eneko Goia, y la concejala de Urbanismo, ya que tiene intención de dar nuevos usos a la finca y, en concreto, abrirla tanto a la ciudadanía como al Ayuntamiento, como el fin de que puedan celebrar en el lugar actos públicos. De este modo, además, el dueño del recinto podría obtener algún rendimiento económico con el que sufragar gastos.

Actualmente, la finca de Arbaizenea, que posee una villa histórica y otro edificio más, así como dos hectáreas de terreno, acoge bodas. Las comidas o cenas se ofrecen en las carpas que están instaladas en la zona verde, unas estructuras que podrían ser mejor aprovechadas, según las intenciones de los dueños

Por otra parte, la corporativa desveló que existe la opción de que una parte arbolada de la finca, de valor paisajístico, pueda pasar a manos del Ayuntamiento mediante una permuta de terrenos. Sin embargo, el asunto no está aún decidido.

En 1999, los propietarios de la finca y el Consistorio llegaron a un acuerdo por el que tres hectáreas fueron recalificadas para construir viviendas, ya ejecutadas. En el pasado, el recinto privado llegó a tener 14 hectáreas.