El Ayuntamiento de Donostia ha sustituido recientemente 84 cámaras que tiene repartidas por la ciudad, destinadas tanto al control del tráfico como al de los edificios municipales y zonas inundables de la costa y el río.

En concreto, la red de videovigilancia del Consistorio (existen otros aparatos de titularidad particular así como de otras instituciones) cuenta con unos 350 aparatos, según un reciente informe del Ararteko.

42 de los que se han sustituido están en edificios municipales como la sede de la calle Easo, Abegi Etxea, el Museo de San Telmo... También hay cámaras en el bidegorri subterráneo de Morlans y estuvieron en el pasadizo de Egia, ahora anulado por las obras de la estación. En este punto se instalaron nueve aparatos en 2009 con el fin de reforzar la seguridad, que se repondrán cuando se reabra el paso.

Los aparatos de videovigilancia que se han cambiado se extienden por otros doce puntos de la ciudad, en los que se ofrecen imágenes en tiempo real del tráfico para favorecer la adopción de medidas relacionadas con la circulación cuando es necesario. En concreto, se ubican en Anoeta, plaza de Cervantes, Avenida, junto al túnel de Ondarreta, plaza de Europa, plaza de Euskadi, Reina Regente y calle Easo.

Otras diez de las nuevas cámaras están localizadas en emplazamientos relacionados con la línea de costa (se pueden ver las playas) así como en Martutene, junto al Urumea. Finalmente, hay otros transmisores de imágenes en emplazamientos públicos de especial interés.

Una elevada subvención de los fondos Next, que asciende a 238.400 euros, ha permitido sustituir estos aparatos, que comenzaron a desplegarse en los años 90 en Donostia y culminaron su implantación en 2011. Una década después, la tecnología ya había avanzado mucho y el Ayuntamiento se encontraba con problemas técnicos. “Coexistían sistemas analógicos y digitales, sin un sistema común, algo que dificultaba la labor de los operadores que controlan a diario estas cámaras”, explica el concejal de Seguridad, Martin Ibabe. 

Una cámara situada junto a un semáforo Arnaitz Rubio

Por ello, el Ayuntamiento vio necesaria la compra de nueva cámaras para cambiar las más antiguas, así como grabadores y otros sistemas para almacenar y explotar las novedades técnicas existentes en la actualidad.

Así, explica Ibabe, en 2021, la Guardia Municipal elaboró un informe sobre las necesidades para mejorar la infraestructura municipal de videocámaras, que se podría presentar a los fondos Next, como finalmente hizo el Ayuntamiento. La propuesta fue aprobada en 2022 y se implantó en 2023. 

Alta resolución

Las nuevas cámaras que están en funcionamiento son de alta resolución y permiten obtener una grabación continua en color y en cualquier condición meteorológica y de iluminación. Por ello, pueden ser usadas tanto de día como de noche.

Los aparatos están dotados de vistas de 360 grados para monitorizar grandes áreas con facilidad. Además, las cajas están reforzadas para soportar entornos hostiles, inclemencias del tiempo y la proximidad del mar.

Los monitores desde los que se pueden ver las imágenes se sitúan en la sede de la Guardia Municipal de Morlans. Allí no solo se pueden visualizar las calles en tiempo real sino, también, a posteriori, ya que las grabaciones pueden almacenarse durante tres meses.

Los buenos resultados de las nuevas cámaras conllevarán nuevas compras en el futuro. Según señaló Ibabe, “en los próximos años, el Ayuntamiento continuará con la modernización del sistema de vídeovigilancia, tanto para sustituir las cámaras de edificios municipales como las situadas en la vía pública y en los ascensores de las calles”. Con los nuevos aparatos habrá que adquirir también nuevos grabadores.

El informe sobre cámaras de videovigilancia dado a conocer por el Ararteko constata que las administraciones vascas se ajustan a la norma en materia de videovigilancia por seguridad ciudadana, pero pide mejorar su regulación, gestión interna y transparencia. 

Reunión de coordinación con las imágenes de la ciudad con motivo del Tour, el pasado junio. Javier Colmenero

Tecnología 'made in Donostia'

Las imágenes que captan los modernos dispositivos de vigilancia del Ayuntamiento donostiarra pueden ser visualizados en tiempo real gracias a una tecnología made in Donostia en la sala de control de la Guardia Municipal de Morlans. En concreto, se trata del sistema denominado Flex Control, del que dispone la Policía Local, que fue desarrollado por la empresa Vicomtech.

El sistema se empleó, por ejemplo, el pasado mes de junio cuando el Tour de Francia trajo dos etapas a la capital guipuzcoana. La tecnología Flex Control permite monitorizar hasta 32 fuentes de vídeo diferentes y emitirlas en una o varias salas de modo simultáneo.

Así se hizo con la prestigiosa carrera ciclista. El centro de contol estuvo situado en la comisaría de Morlans, que envió la señal en tiempo real al centro de control de la Ertzaintza en Erandio, donde se centralizó el dispositivo general para Euskadi.

Entonces, una docena de profesionales especialistas en emergencia y seguridad estuvieron al frente de los monitores ubicados en Morlans. Representantes de la Guardia Municipal, Bomberos, Movilidad, Er-tzaintza, Osakidetza y Protección Civil llevaron a cabo una prueba previa a la celebración de la carrera ciclista, que resultó satisfactoria, al igual que el desarrollo de las dos etapas, desde el punto de vista de la seguridad.

La empresa Vicomtech se ubica en el centro empresarial de Miramon y crea tecnologías digitales para las empresas aplicando técnicas de inteligencia artificial para distintas materias.

La firma se ha convertido en referente internacional en computer vision, la tecnología que permite “entender” imágenes o vídeos en contextos concretos y actuar en consecuencia.