Cada año, las Medallas al Mérito Ciudadano ponen sobre la mesa que “Donostia es una ciudad voluntaria” y las de este curso, con tres de los cinco reconocimientos dirigidos a asociaciones, lo corroboran. Adsis, Atece y Bizikletaz adinik ez recibirán este viernes sus correspondientes premios por su labor desinteresada en favor de los más necesitados.

“Estamos muy ilusionados y orgullosos de que la ciudadanía nos haya propuesto. Conseguir un reconocimiento de este tipo es un respaldo muy importante”, confiesa José Manuel Amador, presidente de Atece, la asociación de daño cerebral adquirido de Gipuzkoa. Hace dos años esta entidad, formada por voluntarios, ya fue premiada con el Premio al Voluntariado de la Diputación y, ahora, suma un nuevo galardón a sus vitrinas. “Es muy bonito que se acuerden de nosotros y, sobre todo, que las instituciones valoren nuestro voluntariado”, afirma.

La Medalla llega, además, en el 30 aniversario de la puesta en marcha de la asociación. “Pensábamos celebrarlos de algún modo, pero no sabíamos cómo. Ahora, con el premio es más especial y ya ya tenemos dos o tres ideas”, adelanta Amador sobre una institución que surgió “ante las carencias socio-sanitarias” que había por aquel entonces. “Coincidieron unos años en los que hubo varios accidentes graves con personas con daño cerebral y no había nada que se preocupara por ellos, así que un grupo de familiares nos juntamos y decidimos crear la asociación”, recuerda el presidente de Atece, desde donde ofrecen diferentes servicios tanto a las personas afectadas con esta dolencia como a sus familiares.

Lo hacen, además, de forma altruista. “Nosotros solo tratamos de asesorar a las familias y que luego ellas decidan si quieren ser o no socios. Tratamos de apoyar desde nuestra experiencia y conocimiento”, agrega Amador, quien quiere dedicar el galardón a todos esos voluntarios sin los que la asociación jamás habría existido y cuya cifra ha aumentado en los últimos años. “A raíz del premio de la Diputación recibimos más llamadas y más familias vinieron a preguntar y estas semanas tras el anuncio de las Medallas también hemos notado que ha venido más gente”, apunta.

De igual manera, amigos y compañeros se le acercan para felicitarle. “Ya hay varias personas que me han dicho que este año quieren desfilar tocando a mi lado”, bromea este “donostiarra 100%” que sale cada 20 de enero con la compañía Los Ángeles-Kresala. “Este año va a ser todavía más especial”, confiesa.

Mariló Miguez y Esther Villar, voluntarias de la asociación Bizikletaz adinik ez. Iker Azurmendi

Pasear con las personas

La asociación Bizikletaz adinik ez también está formada por voluntarias como Mariló Miguez y Esther Villar, para quienes la Medalla hace más ilusión al no pensar jamás en poder recibirla. “Si el Día de San Sebastián ya es muy bonito para todos nosotros, celebrarlo con un premio así es un impulso enorme para todos los voluntarios”, confiensan.

Surgido en 2016 con motivo de la Capitalidad Cultural de Donostia y consolidado como asociación un año después, Bizikletaz adinik ez nace del movimiento Cycling Without Age de Copenhague, a través del que voluntarios llevan de paseo a personas mayores. “Trabajamos con centros residenciales y de día y también con personas con disfunción sensorial. La idea es que puedan reconectar con los lugares a los que ya no pueden ir como la playa o el mar, entrar en un bar a comer un pintxo o regresar a su antiguo barrio y poder ver cómo ha cambiado”, explican las voluntarias.

“Nosotras no les sacamos a dar un paseo, paseamos con ellos”, apuntan sobre un proyecto que cuenta con más de 80 voluntarios y una lista de espera de 280 personas y que el año pasado realizó más de 500 salidas. “Las rutas se hacen según lo que quieran ver. Nos vamos adaptando a ellos”, indican, al tiempo que revelan que muchos voluntarios acuden con la idea de “hacer algo por ellos y acaban descubriendo que ellos son los que han salido beneficiados de la experiencia”.

Aunque en un principio no tenían ninguna celebración especial pensada para este sábado, la Medalla ha cambiado los planes y ya están ideando algún evento con los voluntarios. “Para el día 20 la gente suele tener su propio plan hecho y será difícil, así que quizás más adelante podamos celebrarlo”, agregan, agradeciendo el poder de estos premios para la difusión de su labor.

Junto a estas dos asociaciones, Adsis Fundazioa también recibirá un premio que reconoce el imprescindible trabajo que realiza el voluntariado en Donostia.