Los responsables del nuevo edificio que plantea construir el Basque Culinary Center (BCC) en el barrio de Gros a finales de este mes han organizado este lunes una reunión abierta a la ciudadanía que ha estado llena de tensión y gritos de protesta. “El proyecto del GOe es máximamente respetuoso con el entorno”, han recalcado entre las continuas discrepancias de los vecinos.

Con el aforo completo varios minutos antes de comenzar la sesión en el Centro Cultural Okendo -varias personas se han quedado fuera-, Joxe Mari Aizega y Paz Simón, director general y directora de operación del BCC, junto a Iñigo Segurola, paisajista del proyecto, y José Luis González, de Amenabar Construcciones, empresa encargada de la construcción del edificio, han tratado de dar respuesta a las principales inquietudes y dudas de la población.

Aunque en un principio la charla debía empezar con una explicación del proyecto por parte de sus responsables antes de dar paso al turno de preguntas, las constantes interrupciones y los gritos de protesta del público han llevado a un intercambio de pareceres que ha llevado a varios momentos de gran tensión. De hecho, los propios ponentes han amagado en más de una ocasión con marcharse de la sesión.

Durante su intervención, Aizega ha explicado el objetivo del edificio y el proceso llevado a cabo para su puesta en marcha. “Estamos aquí para contar el contenido de GOe y explicar su edificio. Su construcción ha sido pública y ha habido tiempo para plantear quejas”, han señalado entre abucheos y gritos de “BCC kanpora” y “Dejad el parque en paz”.

Segurola, por su parte, se ha encargado de explicar la parte paisajística del proyecto, algo que no ha convencido al público, ya que ha puesto en duda la elección de la vegetación, así como su mantenimiento, que correrá a cargo del Ayuntamiento.

No obstante, el principal foco de discusión ha estado en la elección de esta parcela de Gros como ubicación para el edificio. “¿Por qué se va a construir aquí y no en otro sitio?”, se ha repetido en numerosas ocasiones, a lo que Aizega ha respondido que se trata de una zona en la que ya estaba prevista la construcción de un equipamiento.

Oficina de información

Entre interrupciones e incluso descalificaciones, se han planteado algunas cuestiones relacionadas con la obra del edificio. Así, desde la constructora se ha detallado que el tráfico peatonal seguirá siendo accesible durante todo el perímetro mientras se construye en el edificio y que la zona más cercana al mismo será cerrada únicamente en los últimos meses de trabajos. Asimismo, todas las descargas se realizarán en el mismo edificio y se reforzará la iluminación de la zona trasera del parque.

Con el objetivo de seguir respondiendo a todas las dudas de los ciudadanos, se pondrá en marcha, además, una oficina de información “para llevar de forma abierta todo lo que se va a hacer”.