El colectivo ecologista Eguzki ha hecho pública una denuncia sobre la situación del camino de Okendotegi, en Martutene, en el que la acumulación de vertidos ilegales no cesa. No es la primera vez que este grupo alerta de la situación y, según relata de nuevo, como hizo también el pasado mes de junio, ha presentado la queja tanto en el Ayuntamiento de Donostia como en la Diputación Foral de Gipuzkoa.

También la asociación de consumidores Facua alertó de la situación el pasado verano y envió un escrito al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco para reclamar que lleve a cabo actuaciones "de carácter inmediato de limpieza y restauración del entorno del camino de Okendotegi", en Martutene, ante la proliferación de basuras, mobiliario y materiales que convierten la zona en un "vertedero ilegal bajo los viaductos del segundo cinturón".

La asociación de consumidores dijo que "la situación se está volviendo insostenible y supone considerables perjuicios tanto para el medio ambiente afectado por la basura arrojada en este entorno natural, como para la salud pública". Asimismo, reclamó la intervención del Gobierno Vasco ante la inacción del Ayuntamiento y la Diputación, además de recordar que la Ley Vasca del Estatuto de Personas Consumidoras y Usuarias establece como derechos de la ciudadanía "la protección frente a los riesgos que puedan afectar a su salud y seguridad", incluyendo "los riesgos que amenacen al medio ambiente".

En su nueva queja, Eguzki recuerda que acudió en junio al Consistorio para dar a conocer la situación registrada en este lugar, situado debajo del viaducto del segundo cinturón, y la entidad municipal dijo que la limpieza correspondía a la Diputación. La entidad territorial, por su parte, le remitió al Consistorio. En este contexto, Eguzki señala que "da igual" de quién sea la competencia para limpiar la zona, pero solicita que alguna institución pública se ponga manos a la obra para atajar la situación y pide “que se pongan de acuerdo para retirar los residuos acumulados", que son principalmente restos de obra, que deben ir obligatoriamente a un vertedero, así como otros restos diversos, de maderas, coches de niño etc... Se da curiosa circunstancia de que algunas bolsas de residuos están específicamente destinada al reciclaje, según se puede leer en ellas.