El colectivo ecologista Eguzki pidió ayer al Ayuntamiento de Donostia y a la Diputación de Gipuzkoa que “no se pasen la pelota y se pongan de acuerdo para retirar los residuos del camino de Okendotegi”, en Martutene.

En un comunicado, Eguzki reclamó al Consistorio donostiarra y a la institución foral “que se pongan de acuerdo para retirar los residuos que se acumulan en el camino de Okendotegi (Martutene), bajo los viaductos del Segundo Cinturón de Astigarraga, y tomen medidas antes de que aquel paraje se convierta en un vertedero”.

No es la primera vez que el barrio acoge un vertedero ilegal de residuos. Por ejemplo, en 2018, y también alertado por Eguzki, el Ayuntamiento desmanteló un asentamiento de basura y objetos entre las vías del tren y la autovía del Urumea.

El colectivo añade que, sin entrar a valorar quién tiene razón, “sí que hemos de decir que observamos en el Ayuntamiento una clara tendencia a escurrir el bulto”. Recuerda que cuando denunció vertidos de las obras del Topo al Urumea, “tanto el alcalde como el concejal de Medio Ambiente repitieron, contra toda evidencia, que el Ayuntamiento no era competente” y que cuando alertó sobre los objetos lanzados en el lecho del Urumea, entre los puentes de María Cristina y Santa Catalina, el Consistorio dijo que era responsabilidad de Ura.

Eguzki relata que el 17 de mayo pasado remitió al Ayuntamiento de Donostia una solicitud para que tomase medidas y el Consistorio respondió que “el mantenimiento de la zona correspondía a la Diputación”. El ente foral, por su parte, contestó a Eguzki: “En contra de lo que le han indicado en el Ayuntamiento, la limpieza de esa zona bajo los viaductos ha sido asumida expresamente por el propio Ayuntamiento”.