Los responsables del Basque Culinary Center (BCC) han querido este jueves aclarar las principales inquietudes que se han generado entre la ciudadanía donostiarra, en general, y la de los barrios de Gros y Egia, en particular, en relación al proyecto GOe (Gastronomy Open Ecosystem), que prevé construir un nuevo edificio en el área de Manteo. Tal y como han explicado a los medios de comunicación, la infraestructura contará con un espacio verde público en el que se transplantará el 80% de los árboles de la parcela y no se construirá ningún parking subterráneo. Estas cuestiones también las detallarán esta tarde en una sesión abierta a la ciudadanía que se repetirá en noviembre con los vecinos del barrio.

Ante el revuelo que ha causado el proyecto del BCC en una parte de los donostiarras, el director del centro, Joxe Mari Aizega; el director de desarrollo global, Asier Alea; y la directora de BCC Innovation, Begoña Rodríguez, han querido, acompañados por el paisajista del proyecto, Iñigo Segurola, dar a conocer las principales claves de la iniciativa. “Queremos escuchar a la ciudadanía y al barrio para concretar el contenido del edificio. Tenemos todos los canales de comunicación abiertos y estamos abiertos a la escucha”, ha asegurado Aizega.

Durante su comparecencia, el director del BCC ha querido detenerse en cinco cuestiones que se han generado desde la presentación del nuevo edificio. En primer lugar, Aizega ha aclarado que la Fundación Basque Culinary Center no es una empresa privada, sino una entidad sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública. Con participación de las tres instituciones públicas –Ayuntamiento de Donostia, Diputación de Gipuzkoa y Gobierno Vasco–, “tiene características más cercanas a lo público que a lo privado”, ha defendido.

A este respecto, ha querido responder a aquellas voces que han calificado el proyecto como “pelotazo”. “Somos empleados del BCC. No hay lucro de nadie”, ha indicado, al tiempo que ha apuntado que todos los beneficios que se generan en la Fundación se revierten en ella y en sus actividades. Asimismo, ha explicado que la parcela en la que se construirá el GOe es una cesión temporal del Ayuntamiento para 75 años, tras lo cual el edificio pasará a formar parte del propio Consistorio.

Precisamente, sobre esta parcela, Aizega ha recordado que el Plan General de Ordenación Urbana de 2010 ya tenía previsto su uso urbanístico. En total, esta cuenta con 24.250 metros cuadrados de los cuales 3.800 serán utilizados para el nuevo edificio. “Solo usaremos el 15% de la zona y se aportará un parque, ya que el edificio mantendrá los actuales usos sociales y de esparcimiento”, ha comentado.

Sobre los aspectos ecológicos y paisajísticos del proyecto, ha desmentido que se contemple la construcción de cuatro plantas de parking subterráneo, sino que serán cuatro plazas para vehículos y 180 para bicicletas. “Tampoco se van a destruir cien árboles de más de cien años, como se ha leído. El informe técnico identifica quince, de los cuales se prevén transplantar el 80%, además de los arbustos”, ha puntualizado.

El apartado paisajístico correrá a cargo de Iñigo Segurola, que, en su breve intervención, ha explicado que el edificio se adaptará a la actual propuesta paisajística de la zona teniendo en cuenta, además, la brisa marina. “Llevaremos a la cubierta el parque actual. Se ha querido adaptar la zona al lugar”, ha puntualizado.

Reunión con el barrio

Preguntado por si estas explicaciones llegan como respuesta al revuelo generado por los vecinos, Aizega ha respondido que estas llegan “cuando hemos creído que era el momento”. “Hasta ahora, hemos estado centrados en cumplir la normativa, que ha sido un proceso muy largo y exigente”, ha expresado.

Además de la reunión que mantendrán este jueves en la propia sede del BCC, se llevará a cabo otra reunión informativa con los vecinos de Gros a comienzos de noviembre, antes de que arranquen las obras del edificio, previstas para mediados de ese mes. También, ha adelantado, se pondrá en marcha una oficina permanente de información para la ciudadanía para que se puedan trasladar las consultas.

“Queremos definir los temas de interés, que podrán incorporarse en el edificio y en los proyectos y en las actividades que se hagan”, ha indicado el director del centro, que ha apuntado que habrá varias “dinámicas participativas” en los próximos meses.