El Ayuntamiento de Donostia ha dado a conocer este martes en una sesión abierta a la ciudadanía la propuesta del gobierno municipal para modificar el Plan de Ordenación Urbana (PGOU) y limitar, así, la expansión hotelera en la ciudad. "Hay una oferta de alojamiento turístico suficiente y es necesario poner límites", ha asegurado Nekane Arzallus, concejala delegada de Urbanismo Sostenible, acompañada por Mikel Iriondo, redactor de la propuesta de modificación, y Borja Barrutiabengoa, técnico del Consistorio.

En torno a un centenar de personas han querido conocer en detalle el planteamiento del gobierno municipal de cara a la regulación de los usos de hospedaje y aportar sus opiniones e inquietudes a ello. Tal y como ha recordado Iriondo, el proyecto se encuentra en su fase inicial, por lo que, puede ser modificado antes de su exposición pública, que no está prevista hasta después de abril del próximo año como mínimo.

"Queremos trabajar con todas las garantías legislativas y no nos queremos precipitar", ha señalado Arzallus, recordando que mientras el proyecto se halla en fase de elaboración están suspendidas todas las licencias de alojamiento turístico de manera transitoria.

La sesión ha comenzado con una exposición de la modificación planteada y ha terminado con una ronda de preguntas que casi ha ocupó la mitad de la hora y media de reunión. En la primera parte, Iriondo ha detallado "el largo y complejo proceso" que está por delante y el foco principal del proyecto, dirigido a alojamientos convencionales como pueden ser hoteles y pensiones, y a otros más novedosos como las viviendas para uso turístico e incluso las autocaravanas.

A partir del análisis de la situación hotelera de la ciudad, con un notable incremento del turismo desde 2005, la alternativa planteada por el Ayuntamiento es la de no autorizar más usos turísticos en viviendas y la de diferenciar dos zonas según la tensión hotelera. La primera de ellas incluye los puntos más saturados como son el Centro, Antiguo, Gros, Ibaeta, el paseo de Francia, el paseo del Urumea y Aldunaene, en el que no se podría abrir ningún nuevo hotel y la segunda, dirigida al resto de la ciudad, se prohibirán abrir nuevos establecimientos en suelos que no sean residenciales.

No obstante, el proyecto contempla una excepción, como son las edificaciones protegidas por su valor cultural y patrimonial, como conventos y villas, que podrán ser reconvertidas en hoteles para evitar su falta de uso.

"Estamos lejos de lo que es Benidorm"

Este último punto ha dado pie a un intenso debate, ya que varios ciudadanos han mostrado su temor a que buena parte del patrimonio donostiarra termine convertido en hoteles, algo que ha negado Iriondo al recordar que la excepción solo va dirigida a inmuebles "de pequeño tamaño" que, en la mayoría de los casos, tendrían que ser alterados para darles un uso residencial.

También ha habido voces que se han mostrado descontentas con la alternativa escogida por el gobierno municipal y han pedido que las licencias sean prohibidas en todos los suelos de la ciudad. Incluso hay quien ha pedido que sea anuladas las que ya han sido concedidas.

A este respecto, tras recordar que en la actualidad no es posible dar ni una licencia nueva, Arzallus ha apuntado que el turismo representa el 13% del PIB de Donostia, por lo que es necesario encaminarse hacia un turismo sostenible. "Queremos un modelo de ciudad en el que podamos convivir todos los donostiarras, incluido el turista. Estamos lejos de lo que es Benidorm", ha afirmado, al tiempo que ha respondido que no es posible anular ninguna licencia porque la ley ampara a los propietarios.

La sesión también ha permitido recoger propuestas ciudadanas, entre las cuales estaba que el proyecto contemple informes energéticos y climáticos, de movilidad y de capacidad de carga de la ciudad en su elaboración.

El objetivo municipal es aprobar de forma inicial el proyecto antes de abril de 2024 para llevarlo a la exposición pública. Tras ello, se valorarían las alegaciones pertinentes y se aprobaría provisionalmente antes de la definitiva de cara a 2025. De cumplirse este plazo, la modificación llegaría antes de que la moratoria para las nueva licencias de alojamiento venza.