El Ayuntamiento de Donostia iniciará el lunes un plan de choque con el fin de limpiar de hierbas unos 3.250 alcorques de árboles, donde la vegetación ha crecido de modo incontrolado en los últimos tiempos. Esta actuación no afecta a los denominados "alcorques vivos", en los que se potencia el desarrollo de flores.

El concejal responsable de Mantenimiento y Servicios Públicos, Carlos García, anunció que la tarea comenzará por los barrios del Distrito Este. "La climatología de los últimos meses en San Sebastián ha hecho que esta vegetación prolifere en los alcorques de los árboles, así como que crezca mucho la hierba y la vegetación de parques y jardines", manifestó el corporativo. "Aunque la aparición de estas hierbas no es mala, lo cierto es que a veces ocupan calzadas, bidegorris y paseos, por lo que se van a eliminar", añadió.

Así, en primer lugar se llevarán a cabo los trabajos de limpieza de 1.500 alcorques en calles y plazas de Altza, Bidebieta, Herrera, Ategorrieta e Intxaurrondo. En concreto, la labor será ejecutada por cinco operarios de Gureak que trabajarán durante un mes, con un presupuesto total de 9.045 euros. El trabajo se llevará a cabo, ya que el uso de herbicidas como el glifosato está desaconsejado.

Por otra parte, operarios limpiarán otros 1.750 alcorques repartidos en Riberas de Loiola, Isabel II, paseo de Errondo, calle Illunbe, paseo de Zorroaga, calles José Mª Salaberria, Azpeitia y Sagrada Familia, paseo del Urumea (Aldunaene) y jardines de Menchu Gal y parque de Araba. En esta segunda fase, que contará con nueve operarios y costará 11.110 euros, se incluirán también zonas de Egia como Duque de Mandas, Virgen del Carmen y otras.

Más adelante, la concejalía de Mantenimiento Urbano impulsará nuevas campañas para completar la limpieza en otras zonas de Donostia. García añadió que la limpieza que comienza el lunes respetará "el proyecto de 'alcorques vivos' que se está desarrollando en diferentes zonas de San Sebastián y que tiene buenos resultados desde el punto de vista de la biodiversidad y el paisaje, como los casos de Alderdi Eder y otras zonas".

La mayor presencia de hierbas alrededor de los pies de los árboles urbanos de Donostia se empezó a notar en 2018, cuando el Ayuntamiento de Donostia dejó de usar el glifosato, que era el herbicida más común en la Unión Europea, porque distintos estudios apuntaban a que era cancerígeno y se iba a prohibir.

Aunque finalmente no se vetó su uso, el Consistorio optó por dejar de usarlo, empezó a utilizar otros productos alternativos compuestos por vinagre, entre otros, pero no dieron el mismo resultado.

El glifosato comenzó a utilizarse en 1970 y se considera que puede tener efectos cancerígenos, además de ser muy perjudicial para la biodiversidad, según sostienen los colectivos ecologistas. Está previsto que Comisión Europea (CE) prohíba el herbicida a partir del 15 de diciembre de 2023.