El Ayuntamiento de Donostia avaló este jueves el movimiento de cuatro metros del pórtico de la Estación del Norte, que se llevó a cabo ayer miércoles, y que ha sido calificado de “ilegal” por la asociación de defensa del patrimonio Áncora, que han presentado una denuncia en el Consistorio para reclamar la paralización de las obras y la búsqueda de responsabilidades.

Fuentes del Gobierno municipal recordaron que la operación de deslizamiento del conjunto construido en 1905 es una tarea muy costosa y se llevó a cabo con el fin de evitar el desmontaje de las columnas. Así lo señaló también Euskal Trenbide Sarea (ETS), encargada de ejecutar la reforma de la Estación del Norte con el fin de dar cabida también a la parada el Tren de Alta Velocidad cuando el pasado lunes anunció que llevaría a cabo el traslado del pórtico.

En un principio ETS había previsto llevar a cabo un desmontaje del conjunto, como se ha hecho en otras dos ocasiones, pero el Ayuntamiento recordó que el elemento está protegido y, finalmente, los técnicos optaron por el deslizamiento del elemento para no dañarlo.

La operación se llevó a cabo mediante la instalación de gatos hidráulicos para elevar el conjunto y carriles con pastillas de neopreno que permitieron deslizarlo cuatro metros en dirección al puente de María Cristina. El empuje duró media hora. Su objetivo era dejar espacio para proseguir con excavación del vestíbulo de la estación, parte del cual se ubicará bajo el lugar en el que se hallaba la arcada. El futuro vestíbulo tendrá 7.400 metros, incluidos los que forman parte ahora de la estación provisional.

Aunque las columnas de piedra del pórtico son originales, no sucede lo mismo con el friso y otros elementos, que son de hormigón, ya que fueron reconstruidos en el pasado.

El Gobierno municipal recordó que, tras el derribo de la estación de viajeros el pasado mes de abril, el Ayuntamiento solicitó a ETS que le informase de las distintas actuaciones previstas en la obra y así se ha hecho en este caso, de modo que las instituciones han optado por el traslado del conjunto construido, en lugar de su desmontaje.

Las mismas fuentes aseguraron que corresponde al Ayuntamiento interpretar los contenidos del Peppuc para velar por la protección de los elementos en él incluidos.