Numerosos donostiarras llenarán hoy la basílica de Santa María del Coro para asistir a la tradicional misa de la víspera de la Virgen, en la que el Orfeón Donostiarra cantará varias composiciones religiosas, entre ellas la destacada Salve a la Virgen del Coro.

La cita, con el doble carácter religioso y musical, atrae a un abundante público donostiarra, deseoso de escuchar en el templo las gargantas del Orfeón Donostiarra, que mostrarán su buen hacer frente al espectador más cercano.

La Salve que se escuchará esta tarde fue escrita expresamente por el compositor del Vaticano Licinio Recife para el coro donostiarra y los entendidos destacan la calidad de la creación musical.

La Salve dedicada a la Virgen del Coro se escuchó por primera vez en 1934, en plena República. La prensa del momento destacó que la obra había sido solicitada por el párroco de Santa María, Agustín Embil, al compositor Recife con la condición de que fuera interpretada por el Orfeón Donostiarra y en Santa María exclusivamente, como ha seguido siendo desde entonces.

El resultado del encargo fue una brillante Salve a ocho voces y coro popular, que el Orfeón Donostiarra preparó con sumo cuidado para su estreno y repite cada año en un espectáculo que se llena tanto por su calidad como por la oportunidad que supone poder escucharlo.

En la actuación musical de Santa María suelen intervenir también otras corales, que completan un programa musical que emociona a los asistentes. Miembros de la Corporación y otras autoridades acostumbran a acudir al escuchar la misa de hoy.