Apenas tenemos un momento para interrumpir el hamaiketako de una mesa de arrantzales jubilados en el restaurante de Kofradia, Itsas Etxea. Nos sentamos con ellos en la mesa, mientras apuran el penúltimo vaso y el último bocado, antes de que el barco Isturiz I atraque en el puerto, de regreso tras haber partido hace ya más de media hora con la imagen de la Virgen del Carmen en procesión hasta la isla de Santa Clara. Una docena de hombres que superan el millar de primaveras nos ofrecen asiento. Jesús María Alkain, de 77 años, es el más joven de la mesa y ejerce de portavoz del “grupo de viejos amigos”, recordando historias de jóvenes marineros que llevaban una vida laboral “más dura” que en la actualidad. “Si no fuese por este día, perderíamos contacto con un montón de amigos con los que hemos compartido mucho”, reconoce.

“La celebración de la virgen del Carmen es una oportunidad de volver a encontrarnos”, afirma emocionado este mariñel jubilado de Hondarribia. “Seguro que todos los que ves aquí, a los 14 años los cogieron y los metieron directamente en un barco, nada más terminar la escuela, igual que a mí. Yo, antes de cumplir los 14, ya estaba en el mar”, añade. “Compañeros de Orio y de Hondarribia” sentados en la misma mesa asienten mientras Jesús Mari habla con NOTICIAS DE GIPUZKOA.

¿Qué significa este día para vosotros? “Ya sabes, esto va por puertos, pero teníamos una amistad grande con otros mariñeles y cuando te jubilas pierdes contacto. Ésta es una oportunidad de recordar a los viejos amigos con los que hemos compartido muchas horas”, insiste Alkain.

“A todos los que estamos aquí nos cogieron a los 14 años, al acabar la escuela, y nos metieron en el mar”

Jesús María Alkain - Arrantzale jubilado de Hondarribia

Más de un centenar de marineros jubilados de Gipuzkoa se han dado cita este domingo en los actos de la celebración de la Virgen del Carmen, la patrona de los marineros, en el puerto de Donostia, donde se llevó a cabo el tradicional Homenaje a la vejez del marinero. Son ya 94 ediciones consecutivas las que cumple este evento, que se celebra sin interrupción desde 1927 y recuerda a los cerca de 370 arrantzales de bajura de Gipuzkoa que actualmente superan ya los 70 años de edad. Una jornada que sirvió para revivir viejos tiempos.

Esta edición sirvió también para rendir un “sencillo homenaje a las mujeres que han trabajado en el sector pesquero”, como son las saregiles y neskatilas. En los actos de celebración, que se alargaron desde las diez de la mañana hasta las cinco de la tarde, se dieron cita Eider Mendoza, diputada general de Gipuzkoa; Eneko Goia, alcalde de Donostia, Bittor Oroz, viceconsejero de Pesca y Agricultura del Gobierno Vasco; Leandro Azkue, director de Pesca y Acuicultura del Gobierno Vasco; y Eugenio Elduayen, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Gipuzkoa, entre otros. La jornada comenzó con la recepción en el Aquarium a los exmariñeles y acabó con una comida de hermandad en las sociedades Gaztelubide y Aitzaki tras la misa en la iglesia San Pedro del puerto.