El Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación de Gipuzkoa y Aguas del Añarbe han suscrito esta mañana un convenio para la financiación parcial de las obras de la alternativa al Canal Bajo del Añarbe. Según este acuerdo, el ente foral aportará 3,55 millones de euros, mientras que Aguas del Añarbe aportará otros 2,45 millones.

La obra tiene un coste total de 30 millones de euros, cantidad de la cual el 80% (24 millones de euros) lo financia Acuaes (sociedad estatal de Aguas y Cuencas de España) gracias a los fondos Next Generation de la Unión Europea en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En el convenio firmado el pasado mes de agosto para llevar a cabo esta obra, Acuaes se comprometió a aportar 24 millones de euros, mientras que Añarbe se haría cargo del resto. Ahora, estos 6 millones se repartirán entre la Diputación y la compañía suministradora del agua.

“Es la inversión más importante del departamento en toda la legislatura”, ha señalado en rueda de prensa el diputado de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas, José Ignacio Asensio, mientras que Jaione Hervás, presidenta de Aguas del Añarbe, ha agradecido la aportación tanto de Acuaes como de la Diputación: “El proceso de búsqueda de financiación ha sido largo y complicado, se trata de un proyecto muy importante y de una inversión muy elevada. La actitud de la Diputación ha sido siempre de colaboración y también hay que agradecer la labor y aportación de Acuaes”.

Inicio "en las próximas semanas"

Decidir la financiación era el último paso que le faltaba a esta importante obra, que será ejecutada por las empresas Dragados y Moyua y que comenzará “en las próximas semanas”, aunque aún no hay una fecha concretada, ya que se ha puesto de margen el primer semestre del año para empezar. El plazo de ejecución será de 31 meses, por lo que se prevé que la alternativa proyectada esté lista a principios de 2026.

Por una parte, se ha adjudicado la ejecución de las obras y la puesta en marcha del proyecto a la UTE formada por las empresas Dragados, S.A. y Construcciones Moyua, S.L. por un importe total de 22.870.649 euros (27.673.486 euros, IVA incluido). Por otra, se ha adjudicado también la asistencia técnica a la dirección facultativa a la empresa Aquatec, Proyectos para el sector del agua, S.A.U. por 769.182 euros (930.711 euros, IVA incluido).

El actual Canal Bajo funciona de modo ininterrumpido desde 1958 y lleva tiempo arrastrando problemas de inestabilidad y pérdida de caudal. “Finalmente”, tal y como ha dicho Hervás, se procederá a construir la infraestructura alternativa, que está pendiente de ejecución desde hace más de 20 años y que ahora será una realidad gracias al acuerdo entre Acuaes, Diputación de Gipuzkoa y Aguas del Añarbe, que se repartirán el coste total de la obra.

"Solución definitiva"

El objetivo principal de la Dirección de Obras Hidráulicas es reforzar las garantías de los sistemas de abastecimiento de agua y completar el saneamiento de las aguas residuales. La infraestructura alternativa del Canal Bajo es de suma importancia para Donostialdea (Donostia, Errenteria, Pasaia, Hernani, Lasarte-Oria, Oiartzun, Usurbil, Lezo, Urnieta y Astigarraga), ya que garantiza el abastecimiento a 318.000 personas”, ha dicho, por su parte, Asensio, que ha asegurado que esta construcción es “la solución definitiva” para “asegurar un servicio de calidad para todos los guipuzcoanos, salvaguardando así el abastecimiento de agua”.

La alternativa al actual Canal Bajo consiste en la construcción de una estación de bombeo en el río Urumea -en el emplazamiento de la antigua central hidroeléctrica Lastaola, en Hernani, hoy en desuso- y una conducción en impulsión hasta la ETAP (estación de tratamiento de agua potable) de Petritegi.

En caso de fallo o interrupción del servicio del Canal Bajo, esta alternativa permitirá asegurar el abastecimiento de agua mediante la vía alternativa.

Una vez finalizadas las obras, se permitirá efectuar paradas programadas en el actual Canal Bajo para ir acometiendo su paulatina “rehabilitación y modernización”, para solucionar así sus problemas actuales. “Las labores de mantenimiento son constantes”, ha reconocido Hervás, quien ha indicado que “el siguiente gran objetivo será la rehabilitación del Canal Bajo cuando acaben las obras de la vía alternativa, lo que requerirá de nuevo de un importante plan de inversión”.