Después de que el pasado 24 de noviembre se abriera al tráfico la nueva pasarela de Astiñene, que conecta los barrios de Egia y Loiola, el Ayuntamiento ha comenzado este viernes con la demolición del antiguo puente.

Fue el 22 de agosto de 2017 cuando saltaron todas las alarmas. Aquel día, la aparición de grietas en los pilares de este puente donostiarra obligaron a su clausura momentánea. Aunque el Ayuntamiento hizo una valoración inicial, se vio que los daños eran mayores de lo previsto, lo que prolongó el cierre del viaducto, provocando importantes molestias a los vecinos de la zona, ya que se trata de un punto muy transitado.

En lo que el Consistorio puso en marcha el proceso para la construcción del nuevo puente, que se ha inaugurado cinco años después, se llevaron a cabo algunas obras de mejora en el antiguo que permitieran garantizar un tránsito seguro de vehículos y peatones. Sin embargo, ahora, con la nueva infraestructura ya abierta, el viejo puente de Astiñene pasará a la historia. Desde este viernes, las excavadoras ya trabajan en el lugar para derribar lo antes posible el puente.