Las cámaras de seguridad instaladas en distintos puntos de la ciudad tienen utilidades muy diversas. Una de ellas es contribuir a aclarar delitos o sucesos ocurridos en sus calles.

En Donostia muy recientemente las grabaciones de una cámara de seguridad permitieron identificar y detener al presunto autor del atropello del que fue víctima una joven en la rotonda situada junto a la Políclínica Gipuzkoa, que se dio a la fuga dejando a la mujer gravemente herida. 

Por distintas resoluciones de Alcaldía, emitidas en 2011 y 2017, se dio autorización para la instalación de diversas cámaras destinadas al control y la vigilancia de tráfico y de las zonas de costa expuestas a temporales, que se gestionan y revisan desde la central de control de la Guardia Municipal en la comisaría de Morlans.

Además de en numerosos comercios y en los edificios y espacios públicos (desde el Ayuntamiento a las casas de cultura, polideportivos y las sedes forales o estatales, que controla cada administración), hay cámaras de vigilancia en muchos otros puntos, como en Martutene o Txomin, cámaras estas que miran al Urumea y que tienen como objetivo vigilar si se producen crecidas del río.

En el suma y sigue de esta nómina se incluyen, entre otras, las cámaras de vigilancia del túnel de Morlans, por el que circulan numerosas personas en bicicleta, la del pasadizo que accede a la estación de autobuses, la situada en su entrada por la plaza Néstor Basterretxea (Tabakalera) y la de la pasarela provisional que sustituye al citado paso soterrado mientras se ejecuten las obras de la estación del TAV. 

25 en la vía pública

Las cámaras del Ayuntamiento, en torno a 25 en vías públicas, son controladas por la Guardia Municipal y el resto de las de competencia local, por el departamento que se encargue de gestionar cada edificio, aunque la Guardia Municipal puede pedir las grabaciones si las necesita para avanzar en una investigación.

Pero incluso en el caso de las que controla el Consistorio, solo pueden visionarse previo permiso de la administración competente (en materia de seguridad es el Gobierno Vasco), y solo por el personal acreditado para este fin.

Cartel indicando la existencia de una cámara de vigilancia Ruben Plaza

No hay un dato exacto sobre el número total de cámaras existentes en Donostia, como tampoco están cuantificados los delitos a cuya resolución han contribuido las cámaras de vigilancia repartidas por la ciudad. Lo que sí se ha constatado es que prácticamente a diario se solicita alguna de la grabaciones que estas obtienen para poderlas utilizar en el esclarecimiento de las investigaciones en curso.

Para que las cámaras funcionen de la forma adecuada y den los resultados esperados, es necesario llevar a cabo labores de mantenimiento y de actualización y mejora de la tecnologías.

Para poder avanzar en esta línea, Donostia solicitó ayudas a los Fondos Next Generación y serán en torno a los 250.000 euros los que llegarán por esta vía para su mejora.

Condiciones

Según se estableció en la resolución de alcaldía de 2011, las cámaras que entonces se situaron para el control del tráfico, deben llevar un distintivo que las localice. Estas cámaras captarán “hechos que pudieran ser constitutivos de una infracción administrativa contra la normativa de seguridad vial, que podrán ser remitidas al área sancionadora competente del Ayuntamiento” con el objeto de que se tramiten las sanciones iportunas.

Las grabaciones, que se custodian desde el área de Movilidad, deben ser destruidas en un plazo máximo de un mes desde su captación, con la excepción de aquellas vinculadas a alguna infracción.

De aquella resolución deriva la colocación de cámaras en Jai Alai, plaza de Euskadi, Reina Regente, San Martín con Easo, Prim con Urbieta, Pío XII, Aita Donostia, el túnel de Ondarreta y la plaza de Europa.

Años después, en 2017, siendo ya alcalde de la ciudad el actual regidor, Eneko Goia, se aprobó otra resolución que venía a corregir “una serie de disfunciones” de la anterior para dotar a la Guardia Municipal de una red de vídeocámaras “para la vigilancia, control y disciplina del tráfico y la seguridad vial” que les posibilitara “una autonomía plena” para el desarrollo de las funciones que les competen y cuya gestión se halla centralizada en Morlans.

En 2017 se aprobó la ubicación de cámaras de control de tráfico en la Zurriola, Reine Regente, paseo de Salamanca, Paseo Nuevo, plaza Cervantes, Aita Donostia, paseo Ondarreta y paseo Okendotegi.

En esta resolución se añadía la opción de remitir las grabaciones de hechos que pudieran ser constitutivos de ilícito penal a la autoridad judicial competente. 

También se contemplaban las condiciones de custodia y conservación y el tiempo estipulado para ello , así como la obligatoriedad de colocar un distintivo informativo en lugar visible avisando de la instalación de las cámaras.