Las ferias del Paseo Nuevo de Donostia ya están en marcha desde el pasado viernes para acompañar la Semana Grande y llenar de alegría, de luces y de color la ciudad con puestos y atracciones para todas las edades hasta el próximo día 22 de agosto.

Según la mayoría de los feriantes, la gente tenía muchas ganas de volver a pasárselo bien y de salir a la calle. “Después de dos años de parón, lo que se nota es mucha más afluencia de gente y que tenía ganas de vernos”, asegura Arturo Bravo, encargado de los autos de choque.

Este año hay atracciones nuevas, pero siguen estando los puestos más tradicionales, como los autos de choque, el Super Kanguro, la Barca Vikinga, la tómbola Antojitos, el bingo, la tómbola del jamón y los puestos de puntería. “Este puesto lleva toda la vida, es más viejo que yo. Y el bingo, los autos de choque o la noria son otros clásicos de las ferias”, asegura Fernando Martínez, dueño del puesto del Tiro Pichón, que explica que ha tenido que subir un poco los precios porque todo ha aumentado, desde el precio para colocar el estante hasta los artículos que se compran para los premios. “La pandemia fue muy dura para los feriantes porque fueron dos años sin ingresos, pero estamos contentos porque ha venido mucha gente y la cosa está animada”, añade.

Además de los donostiarras, que nunca faltan, este año se nota la presencia de muchos turistas que se han animado a disfrutar. Es el caso de María Fernanda Rizo y Pis Chavarría, dos jóvenes de Nicaragua que han decidido venir a conocer Donostia por primera vez y aseguran que “es una ciudad preciosa y nos lo estamos pasando genial en las ferias”. “Encima nos llevamos un peluche que hemos ganado tirando a los dardos”, dicen sonrientes.

También gente de otras ciudades, como la barcelonesa Alba Novellón, que ha venido con su marido y sus dos hijos de seis años a disfrutar de la Semana Grande, y dice que les está gustando mucho porque hay alternativas para niños. “Ellos con las ferias ya lo tienen todo, su atracción favorita es el tren de la bruja”, añade.

Itsaso Arrieta, Uxue Lekuona y Goretti Zapirain, tres jóvenes de Hondarribia que han venido por primera vez a las ferias, aseguran que aunque montarse en las atracciones produce mucha adrenalina, el Flic Flac ha sido la que más les ha gustado. “No hemos tenido que hacer colas para montarnos en ninguna atracción”, señalan.

Un clásico

Juan Manuel Ortega, a cargo del famoso puesto de la tómbola Antojitos, es un feriante que lleva participando en las fiestas de Donostia desde que tiene 14 años y ahora tiene 66, todo un clásico de las ferias de Aste Nagusia con el que todo el mundo se anima a cantar: “¿Y dónde te ha tocado?, ¡En la tómbola Antojitos!”

Ortega cuenta que volver a las fiestas de Donostia después de la pandemia “ha sido fabuloso, la gente se ha volcado como nunca y se nota que todo el mundo tenía ganas de pasarlo bien”. Además, añade que él lleva ocho o nueve años con el mismo precio y no le ha hecho falta subirlo.

“Es increíble lo bien que lo estamos pasando. Hemos venido por primera vez y nos llevamos dos muñecos”, exclama Etienne Douillard, un francés que conoció ayer las ferias y estaba disfrutando de unos churros recién hechos con su novia.