El club deportivo Eguzki, que se ubica desde hace casi 100 años en uno de los edificios del Balneario de la Perla, acogerá “en breve a las primeras socias”, según anunció ayer en el Pleno la concejala del PSE Duñike Agirrezabalaga, que añadió que “la novedad es que la Junta directiva está convencida”.

Agirrezabalaga reconoció que puede haber socios que no estén de acuerdo con la presencia de mujeres pero “la Junta directiva al completo apuesta por dar los pasos para ser un club mixto”, dijo la concejala, que recientemente admitió que en el tradicional club de La Concha se produce una “discriminación encubierta” ya que, a pesar de que hace diez años el club cambió sus estatutos para admitir mujeres, como obliga la ley, la realidad es que no ha habido ninguna incorporación “con la excusa” de que no hay vestuarios para ellas.

La concejala de Proyectos y Obras, que avanzó recientemente que el Consistorio podría ofrecer sufragar la obra del vestuario en aras a alcanzar un acuerdo, se mostró ayer satisfecha de haber logrado un acuerdo de modo “consensuado y conciliador” y evitar así conflictos de larga duración, con juicios incluidos, ya que el Eguzki es un edificio del Estado, con una concesión al Balneario de La Perla, que tiene cedido el edificio al club Eguzki.

El Gobierno municipal y el PP rechazaron la moción presentada por la concejala de Elkarrekin Donostia Marta Huarte, que instaba al Ejecutivo a rescindir la concesión al club por “un incumplimiento manifiesto de la Ley de Igualdad”. También pedía otorgar a la entidad un plazo de dos meses para ejecutar las obras del vestuario, algo que rechazó el Gobierno por considerar que en ese periodo “no se puede hacer un proyecto y la obra”.

Por su parte, Olaia Duarte, de EH Bildu, que se abstuvo en la moción, criticó el talante exclusivo y elitista del club Eguzki, al que solo acceden los hijos, y ahora hijas, de los socios. – C.A.