El parque de Cristina Enea puede acoger funerales civiles desde el año 2019 pero la realidad es que, en este periodo, solo ha sido escenario de cuatro de estas ceremonias de despedida de difuntos. El conocido periodista Mariano Ferrer, fallecido aquel año, fue la primera persona despedida de modo civil en las instalaciones del parque donostiarra. Tras su funeral en octubre de 2019, hubo otro en diciembre del mismo año, un tercero en junio de 2020 y el último, en octubre en 2021.

A pesar de que durante el periodo de pandemia ha habido restricciones para celebrar reuniones en recintos cerrados, que también han afectado a los funerales religiosos, llama la atención la poca cantidad de estas despedidas, toda vez que durante largos año la habilitación de un espacio público para celebrar ceremonias civiles fue una reclamación de los distintos grupos políticose en el Ayuntamiento de Donostia.

Hasta entonces, y después también, algunos tanatorios y otros edificios han servido para estas ceremonias, aunque pagando.

La decisión de abrir la opción de Cristina Enea como escenario de funerales civiles llegó tras años de debates. En el año 2015, bajo el mandato de Juan Karlos Izagirre (Bildu), el Ejecutivo local propuso que estas despedidas civiles se desarrollasen en la iglesia de Zorroaga.

Sin embargo, las formaciones de la oposición entonces (PNV, PSE y PP) que eran mayoría en la Corporación y en la Junta del Patronato de Zorroaga rechazaron la propuesta con el argumento de que el Obispado podría desacralizar la iglesia si se acababa dedicándose a funerales civiles.

Más tarde, se analizó la opción de que fuera el palacio de Aiete el recinto elegido para esta tarea, tal y como preveía el programa electoral del PNV. Sin embargo, la existencia de problemas de accesibilidad al edificio hizo descartar esta ubicación.

Finalmente, el Gobierno local presido por Eneko Goia optó por destinar el edificio amarillo anexo al palacio de Duque de Mandas de Cristina Enea a estos encuentros y así quedó instituido tras un acuerdo con la fundación que gestiona el parque.

El próximo lunes precisamente se cumplen tres años desde que se firmara el acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento donostiarra y la fundación Cristina Enea para que el edificio situado detrás del palacio del Duque de Mandas sea el recinto que sirva a las familias que desean despedir a sus seres queridos sin ceremonia religiosa.

El uso del edificio y del espacio exterior son gratuitas para las familias y el aforo máximo fijado para el interior es de 55 personas sentadas para un local de 73 metros cuadrados y 75 de pie. Según la normativa, las despedidas pueden desarrollarse de lunes a sábado, entre las 18.00 y las 20.00 horas.

Para poder autorizar que Cristina Enea fuese escenario de los funerales civiles que se desarrollen en Donostia, el Ayuntamiento tuvo que modificar el contrato de uso del centro de recursos medioambientales ubicado en el palacio del Duque de Mandas y su edificio anexo, destinado a la celebración de estas se ceremonias.

Aunque las familias no tienen que abonar cantidad alguna para celebrar un funeral civil en el recinto, el Ayuntamiento sí tiene que pagar una cantidad a la fundación por cada ceremonia. La cifra empezó siendo de 185 euros y ahora será de 225 euros.