El Servicio de Euskara del Ayuntamiento de Donostia tiene en activo distintas acciones para fomentar el uso del euskara entre los niños y las niñas -y en ocasiones también entre sus familias- que en menor grado lo utilizan por motivos diversos.
Entre estas iniciativas se halla la de Parketarrak, que se desarrolla en tres bloques temporales:en marzo, oferta que finalizará el día 25; después de Semana Santa y en invierno. Como su nombre indica su escenario son los parques de la ciudad y está dirigido a niños y niñas de tres a cinco años y sus familias, por una parte, y a niños y niñas de seis a nueve años, por otra.
El pasado año esta iniciativa obtuvo muy buena acogida, con la participación de 1.740 niños y niñas y 343 padres y madres en las 296 sesiones que se organizaron.
El área de Euskara de Consistorio donostiarra ha encargado la ejecución de este programa a Urtxintxa Eskola, que la plantea en 16 barrios de la ciudad: Gros. Antiguo, Altza, Bidebieta, Loiola, Riberas de Loiola, Txomin Enea, Martutene, Amara, Amara Berri, Añorga, Alde Zaharra, Egia, Aiete, Morlans e Ibaeta.
Alex Aisa, técnico del servicio de Euskera del Ayuntamiento, destaca las aportaciones de un servicio que, además de favorecer el uso y el aprendizaje del euskara, pone en manos de grandes y pequeños otras opciones para el disfrute del tiempo libre, alejadas de las tan presentes e imperantes nuevas tecnologías.
Los padres y madres de los grupos de los más pequeños “agradecen” poder disponer esos juegos “clásicos” que los menores acogen con gusto y que les permiten pasar más tiempo con ellos, a la par que aprovechan para practicar el euskara tanto en el parque como en sus hogares.
Este es un programa que ya lleva años en funcionamiento, poniendo el foco en los niños y niñas con menor conocimiento del euskera bien por que sus progenitores no lo conocen y no se utiliza en casa, o bien porque provienen de otros países.
Esta es una realidad con la que se tiene que trabajar cada vez más. “Los niños y niñas solo hablan en euskara en los centros y las escuelas no pueden revertir o mejorar la situación sin ayuda”.
De ahí, explica Aisa, que se hayan puesto en marcha iniciativas muy concretas y enfocadas a estos niños y niñas, “no solo para practicar el euskara, porque antes hay que aprenderlo”. Y en esa misma línea de favorecer el aprendizaje y uso del euskara, desde el Consistorio también se trabaja con centros escolares y el Berritzegunea para la ejecución de distintas iniciativas.
El pasado verano ya se puso en marcha un programa para cubrir esas necesidades y este verano se pretende poner en marcha otros quince grupos, colonias abiertas de tres horas para cuya activación se quiere contar con la complicidad de las escuelas. “Se quiere unir el juego y la diversión con el aprendizaje”.
También hay en marcha, dirigida a menores de entre ocho y diez años y entre doce y dieciséis, otra propuesta de pequeño formato que se lleva a cabo con los menores y sus familias. En verano y durante el curso se ejecuta esta iniciativa de aprendizaje que, en ocasiones, se trasladan a los gaztelekus para llegar al grupo de los adolescentes.En verano
Ya dirigido a la práctica del euskara, no ya a su apredizaje, destaca un clásico del verano: el programa Oporretan Euskarazas colonias abiertas, íntegramente en euskara, dirigidas a escolares de entre cinco y once años durante el mes de julio.
Haurrak beti jolasean es otro programaHaurrak beti jolasean que se lleva a cabo de mano de los centros escolares, aunque no se incluyan en horario lectivo. Dirigido a niños y niñas de entre cuatro y doce años esta propuesta, como la anterior, busca fomentar el uso del euskara aunque, en esta ocasión, entre septiembre y junio.
El pasado año fueron 17 los centros que se sumaron a la iniciativa, creándose algo más de 70 grupos con cerca de 700 escolares, menos que otras veces por efecto de la pandemia.