intensidad. La firma de origen catalán y con sede también en Valencia Gironina hizo ayer un derroche de pólvora en la bahía, con una colección en la que destacó el brillo de sus colores (rosas, morados y azules muy intensos), además de su precisión. También sobresalieron su velocidad y el ritmo que, desde los primeros lanzamientos desde la bahía, impusieron al espectáculo, con apenas tiempo para aplaudir entre una serie y otra. Algunas de ellas fueron elegantes y otras abarcaban toda la ensenada, con una traca intensa, ruidosa y larga que fue correspondida con muchos aplausos. Faltó algo, sin embargo, en una colección que no logró sorprender a un público exigente como el donostiarra. Foto: Esti Veintemillas
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