El pasado sábado se cumplieron seis años desde que la antigua caseta construida junto a las desaparecidas antenas de radio de Ulia se transformase en un centro de interpretación del monte. El modesto edificio construido en 1959 tiene 330 metros de superficie y fue objeto de una reforma para servir a su nueva función. Desde entones, ha sido objeto de la visita de miles de personas, tanto procedentes de centros escolares como de público en general. Unos y otros han asistido a las distintas exposiciones instaladas en sus paredes, que han contribuido a comprender la naturaleza más cercana. Además, el centro, dependiente de la Fundación Cristina Enea, ha organizado un buen número de actividades para cumplir con su objetivo de dar a conocer tanto la fauna, como la flora, la geología y los recorridos del monte Ulia.

El centro de interpretación de Ulia, situado muy cerca del renovado merendero Basollua, ofrece una amplia oferta de actividades didácticas y pedagógicas, que abarca desde exposiciones y talleres, hasta proyecciones, conferencias y concursos, con el objetivo principal de acercar a la ciudadanía este monte y su riqueza ambiental y cultural. Su exposición permanente, además, persigue un acercamiento a los elementos más singulares del espacio natural con objetos que ayudan a comprenderlo.

En sus seis años de vida, la fotografía ha sido una de las protagonistas del centro cultural, con distintas muestras que han dado a conocer las imágenes más originales y otras curiosidades del monte compartido entre Donostia y Pasaia. En la actualidad, se puede contemplar en el lugar la exposición Más que hojas, una iniciativa que, hasta el 2 de septiembre, ofrece una serie de fotografías sobre unos de los protagonistas más interesantes del monte Ulia: sus árboles.

Los interesados en disfrutar de esta nueva muestra pueden acudir de martes a domingo, en horario de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas. La entrada es gratuita. Llegar hasta el centro de interpretación es, además, una excusa para dar un paseo en plena naturaleza, lejos de la zona urbana de Donostia, pero, también, muy cerca. Media hora de caminata desde el barrio de Gros es suficiente para alcanzar el lugar. En caso de no poder acudir andando, el parking de la rotonda de Ulia permite acceder en cinco minutos. - N.G.