donostia - En los próximos días, un grupo de vecinos de Amara iniciará una recogida de firmas por el barrio con el objetivo de lograr apoyos para que la casa de cultura Ernest Lluch, de Amara Berri, no retorne a Anoeta una vez terminen las obras del campo de fútbol. El grupo de ciudadanos tiene intención de constituirse como plataforma y demandar a las instituciones que liberen el edificio del Gobierno Civil -actualmente acoge oficinas de Extranjería y algunas dependencias de la vacunación internacional- o, al menos, reserve un espacio adecuado para las instalaciones culturales del barrio de Amara.
Para ellos, este inmueble, con 7.000 metros cuadrados, además de parking y salón de actos, es “una joya infrautilizada”, que está en un lugar céntrico del barrio y, por lo tanto, inmejorable. El Ayuntamiento ya ha reclamado al Gobierno del Estado la reversión del edificio pero, por ahora, sin respuesta satisfactoria.
Entre los argumentos utilizados por los impulsores de esta plataforma se encuentra el hecho de que no consideran adecuado que un campo de fútbol comparta espacios con personas que se dirigen a coger libros o a asistir a actividades culturales y que éstas, además, estén supeditadas a las competiciones deportivas. La falta de espacio que achacan a las instalaciones de Ernest Lluch y el diseño futuro de la instalación (durante las obras algunas dependencias estarán en Arcco) también ha provocado malestar entre algunos. “Con las nuevas instalaciones no va haber más espacio”, dice un portavoz. - N.G.