El árbol de San Juan reinó sobre las autoridades
los corporativos bailaron en torno al fresno de la plaza de la constitución para celebrar el solsticio
Numerosos donostiarras y también algunos visitantes acudieron ayer a la llamada y la atracción del fuego, de la mágica noche de San Juan en la plaza de la plaza de la Constitución, una noche en la que los estudiantes acostumbraban a quemar en la hoguera libros y apuntes y los mayores, los malos presagios.
Hasta la emblemática plaza donostiarra, que cumple 200 años, acudieron como es costumbre representantes del Consistorio donostiarra con su alcalde, Eneko Goia, al frente. A la cita fueron fieles representantes de los grupos políticos municipales que bailaron en torno al fresno la SokaDantza y la Esku Dantza de Autoridades. El PNV, así como el de EH Bildu, acudieron en pleno a la plaza; Txema Murguiondo y José Luís Arrúe, representaron al PP, y Loïc Alejandro, a Irabazi. Este año el PSE no estuvo representado en la cita festiva del solsticio de verano, aunque sí lo había estado en años anteriores.
Aunque a la hora de bailar no todos los concejales dieron un paso adelante, cada formación sí estuvo representada, con mayor o menor acierto, por uno o más ediles. Antes de las autoridades, los dantzaris del grupo Goizaldi fueron los encargados de interpretar la Pordon Dan-tza, siempre con el acompañamiento de sones de la Banda Municipal de Txistularis.
Hubo buen ambiente y buena temperatura, después de varias jornadas de intenso calor, en la fiesta que homenajea la luz, los días largos y la esperanza. Una vez se dio fin al baile de autoridades y a la quema del fresno, el público se agolpó en torno al árbol para llevarse un trozo de su corteza, augurio de buena suerte. También varios corporativos se llevaron a casa un pedacito.
Después, comenzó la romería y el pistoletazo de salida a una fiesta del fuego que llegó a todos los barrios de la ciudad, siendo una de las principales citas la de la hoguera de Sagüés. A los más de 20 fuegos autorizados por el Ayuntamiento se unieron otros, alguno de los cuales se extendió más de la cuenta, como sucedió en Igara, a donde tuvieron que acudir los Bomberos. - N.G.