donostia - El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Donostia, Enrique Ramos, informó ayer -en respuesta a una interpelación formulada por EH Bildu- que las obras que se están llevando a cabo en el Trinkete de Gros para volverlo a habilitar como establecimiento hostelero se enfrentan a un problema principal: la comunidad de vecinos.
Según apuntó Ramos, las obras cuentan ya con todos los permisos exigibles: los municipales y los forales que se requieren en un edificio protegido como es el del Trinkete.
El concejal de Urbanismo explicó que los vecinos de las comunidades colindantes “han bloqueado con una planta la salida de emergencia” del edificio, además de retirar los elementos indicativos de la misma. “Estos problemas los tienen que resolver entre ellos. Al Ayuntamiento le toca acreditar que se cumplen las condiciones para seguir con las obras”, añadió.
La concejala de EH Bildu, Olaia Duarte, se hizo partícipe de la preocupación del vecindario que observa cómo se han incorporado algunas estructuras, como salidas de humos, según dijo de gran impacto, por lo que está previsto que presenten un “escrito de queja”. - A.L.