donostia - El Ayuntamiento de Donostia considera que las actuaciones para estabilizar la ladera de Lourdes Txiki no han acabado con la tala de árboles llevada a cabo en este ámbito sino que, por contra, tiene todos los visos de continuar con actuaciones que todavía no se han concretado.
El delegado de Urbanismo del Consistorio donostiarra, Enrique Ramos, subrayó que la tala llevada a cabo en el citado ámbito tiene una justificación incontestable: la seguridad de los escolares de la ikastola Ekintza.
Según explicó, la tala en el perímetros de 50 metros del centro escolar es una medida que se ha adoptado en respuesta a numerosas reclamaciones realizadas en tal sentido por parte de Ekintza. Pero, analizada la situación actual, el Ayuntamiento parece tener claro que hay que acometer “una actuación definitiva”, aunque todavía no está fijada su naturaleza.
dos décadas Por su parte un técnico del área de Proyectos y Obras que acudió a la comisión de Planificación del Territorio de ayer explicó que los problemas en esta zona comenzaron hace décadas, tras la construcción del primer edificio de la ikastola. La situación del terreno, de orografía complicada, siempre ha causado preocupación entre los responsables municipales ya que, ya hace 20 años, se tuvieron que retirar los árboles que crecían cerca del campo de balonmano para evitar sumar más caídas de ejemplares. Pese a lo realizado hasta la fecha, el área técnica considera que “habrá que hacer más cosas”, como la instalación de “un manto verde o coser la ladera”.
De este modo el Consistorio justifica una intervención que el colectivo naturalista Haritzalde había denunciado, llegando a pedir a la Fiscalía una investigación por considerar “muy grave” la tala de ejemplares, algunos de ellos centenarios, en una actuación que dicho colectivo calificó de “negligente”.