donostia - El albergue de Ulia se encuentra funcionando ya a pleno rendimiento después de que hayan finalizado las obras de sustitución de las tuberías de agua potable para que cumplan las condiciones que se habían fijado en el proyecto de renovación.

El coste de esta intervención asciende a 31.134 euros y ha sido asumido por la empresa Lurgoien, que fue la encargada de la renovación del albergue en 2009 haciendo uso de materiales que no eran los adecuados, deficiencia que fue detectada en 2016.

Según informó ayer el concejal de Juventud del Ayuntamiento de Donostia, Martín Ibabe, el desarrollo de las obras ha servido para añadir otras mejoras a la instalación, como la que afecta al sistema de seguridad, ya que se han incorporado nuevas cámaras en el perímetro del edificio y el parking.

También contribuye a mejorar la seguridad el hecho de que se haya reforzado la iluminación exterior, principalmente junto a la recepción. Además se han llevado a cabo pequeñas obras en las habitaciones y porches y se ha mejorado la señalización a lo largo del paseo de Ulia, con el objeto de que resulte más sencillo a los turistas acceder hasta este enclave.

Con estas obras, la instalación de una ventanilla en la recepción y jardineras en los accesos a las habitaciones, el albergue muestra el aspecto adecuado para hacer frente a la temporada de verano, que se perfila exitosa en materia de turismo. Para ello también la decoración de las habitaciones se ha modificado y se han incorporado algunos elementos, como una mesa de ping-pong, con los que se quiere conseguir que la estancia en el albergue sea más agradable

usuarios El pasado año fueron 1.612 las personas que hicieron uso del albergue, sumando un total de 3.651 pernoctaciones entre el 1 de junio y el 31 de agosto.

La mayoría de los visitantes llegaron a Ulia procedentes de distintos puntos del Estado (360), aunque seguidos muy de cerca por los franceses (340). En el albergue se alojaron también 77 ciudadanos alemanes, 51 británicos, 43 italianos y otros tantos holandeses. Desde Bélgica llegaron 29 personas y otras 34 de diversos países.