donostia - Donostia contará el año próximo con cerca de 437 apartamentos especialmente destinados a personas mayores. El edificio que construye actualmente Donostiako Etxegintza en el paseo de Mons, de Intxaurrondo, añadirá otros 55 de apartamentos a los 382 que existen en la actualidad impulsados por la administración local y sus distintos organismos relacionados.

La cifra crecerá aún más en el futuro cuando la Fundación Zorroaga -que no es el mismo Ayuntamiento aunque su consejo de administración está formado por la Corporación donostiarra- termine de construir otra treintena de pisos para mayores en un edificio de su propiedad ubicado en la calle Arrasate. La transformación de este edificio en espacio para mayores fue anunciada en la pasada legislatura aunque el proyecto encargado fue considerado inadecuado en este mandato, lo que ha hecho encargar un segundo trabajo, que prevé la reconstrucción íntegra del interior del edificio.

Parte de los actuales alojamientos con que la institución local cuenta para las personas mayores dependen del departamento de Acción Social del Consistorio, que dispone de 121 pisos de alquiler para personas autónomas en distintos emplazamientos como Berra, Zorroaga, la Parte Vieja, Txara y el paseo de Mons. Estos alojamientos suman un total de 140 plazas que se extienden hasta las 207 si se tiene en cuenta las 67 plazas en habituaciones individuales o dobles disponibles en la residencia de Zorroaga.

Para ser usuario de alguno de los pisos o plazas municipales es necesario haber cumplido los 60 años, llevar empadronado en la ciudad un mínimo de dos, u ocho de los últimos diez, ser considerada “persona autónoma”, según las valoraciones de los organismos competentes, y tener un estado de salud que no requiera medidas especiales, además de no padecer trastornos de conducta que puedan perturbar a quienes conviven en el mismo establecimiento.

La concejala de Acción Social, Ai-tziber San Román, recuerda que el hecho de que las personas mayores se mantengan en sus domicilios, y no tengan que acudir a residencias colectivas, es uno de los objetivos del plan Donostia Lagunkoia. Muchos donostiarras, por causas principalmente económicas y de accesibilidad a sus pisos, están en las listas de espera para los apartamentos de mayores, unos estadillos con medio millar de nombres, que van creciendo, al mismo ritmo que el envejecimiento de la población.

Sin embargo, la fórmula de adquisición de algunos de los apartamentos de Etxegintza se encuentra ahora en entredicho y el denominado derecho de habitación -la compra del inmueble y la devolución de una cantidad económica a los herederos cuando el mayor fallece- se encuentra actualmente en pleno debate. Precisamente, en la última sesión de la Corporación, el pasado jueves, el grupo municipal de EH Bildu aseguró que en las oficinas de Donostiako Etxegintza se había informado a ciudadanos incluidos en las citadas listas de que ya no existía el denominado derecho de habitación, lo cual había provocado las protestas de los afectados a quienes les llegaba el turno para adquirir un apartamento por este procedimiento.

De hecho en el último consejo de administración de la entidad de vivienda se iba a tratar el cambio e régimen de cesión de los apartamentos para personas mayores de las promociones de Berio, Benta Berri y Ategorrieta, pero la iniciativa no se llegó a aprobar a propuesta de parte del consejo.

La misma sociedad municipal de vivienda, al igual que el Gobierno Vasco, abogan ahora por fomentar más el alquiler que la venta de los pisos de promoción pública. Otro de los cambios en la filosofía de la vivienda protegida en Donostia es que los sorteos han sido sustituidos por los baremos para elegir a los compradores de los pisos, como ha sucedido en Txomin Enea.