El ayuntamiento cerró las cuentas de 2016 con un superávit de cuatro millones
Las arcas municipales recibieron 8,5 millones más de lo previsto por impuestos propios La aportación de los fondos forales fue de 122 millones, la cifra más alta registrada hasta el momento
donostia - El Ayuntamiento de Donostia cerró el ejercicio económico de 2016 con un superávit de cuatro millones de euros, una cantidad un 17% superior a la obtenida en el año 2015. “Se han cumplido los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera”, señaló el alcalde de Donostia, Eneko Goia, que compareció junto al concejal de Hacienda y Finanzas, Jaime Domínguez-Macaya. Ambos dieron a conocer ayer las cifras de la liquidación de las cuentas de 2016 del Ayuntamiento, que se completará próximamente con las de los trece organismos dependientes del Consistorio en los que, según avanzaron, “no habrá sorpresas” porque los déficits previstos no han aumentado.
Los buenos datos económicos con lo que terminó el pasado año permitirán al Consistorio destinar fondos a nuevas actuaciones no contempladas inicialmente. El superávit ha sido posible por varios factores, entre los que se encuentran los mayores ingresos obtenidos por la administración local. Por ejemplo, el Fondo Foral de Financiación Municipal supuso el pasado año una aportación a las arcas municipales de 122 millones de euros, “la cantidad más alta de la historia del Ayuntamiento”, según recalcó el concejal de Hacienda. Aunque el Ayuntamiento ha tenido que devolver 2,6 millones de estos fondos, había recibido inicialmente 125,3 millones de la Diputación, lo que hace que la aportación foral fuera récord en 2016.
más en impuestos Los impuestos de los donostiarras también sumaron más fondos de lo previsto a la institución local, que recaudó 8,5 millones más por este concepto. El impuesto de Plusvalías (Incremento del Valor Añadido de Bienes de Naturaleza Urbana) generó 3,2 millones de euros añadidos porque se produjeron más transmisiones de las previstas. Inicialmente, el Ayuntamiento contempló 3.000 compraventas pero la realidad es que fueron cerca de 4.000. Algunos de los recibos cobrados podrían tener que ser devueltos a causa de una reciente sentencia que anula el impuesto en los casos en los que no ha habido un beneficio económico. Sin embargo, los responsables municipales no creen que esta nueva situación reduzca mucho el plus obtenido.
También el Impuesto de Bienes Inmuebles recaudó el pasado año 1,55 millones más (3,7%), al igual que la tasa de Agua y Saneamiento, que sumó a lo previsto otro millón de euros. Otros ingresos propios que han sido superiores a la previsión son los derivados de la instalación de terrazas de hostelería, vallas de obras y andamios (aprovechamiento de dominio público), con 810.000 euros más, así como los 440.000 euros extras del Impuesto de Vehículos (4%) y los 600.000 euros suplementarios del Impuesto de Actividades Económicas, que aumentó un 6,5% la recaudación debido a los planes de inspección realizados sobre las empresas.
Pero no todo fue sumar. También se produjeron ingresos extraordinarios menores de lo calculado, que, sin embargo, siguieron dejando la balanza en positivo. El Consistorio recibió el pasado año 13,9 millones de euros menos porque no se produjo la llegada de algunas partidas consignadas, como la venta de Illunbe, que se formalizará a finales de este año, cuando se firme la escritura de compraventa, según aseguró el concejal de Hacienda. Tampoco llegaron las partidas por la ampliación de Garbera, aun sin comenzar, ni por la concesión del parking del Txofre. “En aplicación del criterio de prudencia contable se ha pospuesto la contabilización de estos ingresos a futuros ejercicios, una vez que se liquiden de forma efectiva”, dijo el delegado.
En los gastos ordinarios el Ayuntamiento también desembolsó algo menos y ahorró 2,78 millones (1,05%), principalmente en gastos de funcionamiento.
En la liquidación de las cuentas del Consistorio se incluyó también la posible devolución al Estado de un máximo de 6,75 millones de euros por el Cupo, un concepto que se añade a otros 15,59 millones (22,34 millones en total) para contar con un colchón que evite desequilibrios de tesorería por ingresos que no lleguen a cobrarse en 2017. “De este modo, gracias a la reserva de fondos, el Ayuntamiento garantiza que sus proveedores cobren sus facturas en una media de 32 días”, declaró Domínguez-Macaya.
La ejecución del presupuesto, por su parte, fue de 96%, ya que se gastaron 359,2 millones de los 373,9 previstos. Las partidas que no se invirtieron correspondieron, principalmente, a actuaciones que no han comenzado, como el polideportivo de Altza (que tenía previsto un gasto de 2,92 millones en 2016), el desarrollo de Ezkuzaitzeta (1,80 millones) y los 1,87 millones de euros menos gastados en la Capitalidad Cultural Europea.