donostia - El Ayuntamiento de Donostia cederá a la Cruz Roja cinco viviendas de su propiedad con el fin de que puedan albergar a parte de los refugiados que lleguen a la capital guipuzcoana, cuando el esperado flujo de personas se deje notar en la ciudad. En total, los cinco pisos de propiedad municipal tienen cabida para 28 personas.
El alcalde de Donostia, Eneko Goia, el presidente de Cruz Roja en País Vasco, Iñaki Irusta, el delegado de Cruz Roja en Gipuzkoa, Jose Mari Elordui, y el secretario provincial de Gipuzkoa de Cruz Roja, Juan Mari Urruzuno, rubricaron en la tarde de ayer el convenio por el cual el Consistorio formaliza la cesión de las cinco viviendas.
El Ayuntamiento informó ayer de que la iniciativa surgió tras la celebración de las distintas reuniones del grupo de trabajo constituido por el Gobierno Vasco, en el que participan las tres diputaciones forales, así como las tres capitales vascas y Eudel. El objetivo del grupo de trabajo es coordinar un plan de actuación para la acogida de los refugiados.
Según el convenio firmado ayer, la sociedad municipal de vivienda Donostiako Etxegintza se compromete a poner a disposición de Cruz Roja el uso temporal de los citados cinco pisos para que sean destinados en exclusiva al alojamiento transitorio de personas refugiadas. El plazo de vigencia del convenio es dos años, prorrogable por periodos de un año, según las necesidades.
Por su parte, Cruz Roja abonará al Consistorio un precio mensual por la cesión, que se determinará de forma de modo individual para cada una de las viviendas y será el mínimo estipulado según las normas en vigor de la consejería de Vivienda, Obras Públicas y Transportes sobre los pisos de protección oficial. Asimismo, la Cruz Roja asumirá el pago de los suministros y los servicios que requieran cada una de las viviendas.
devolución La entidad humanitaria, además, se compromete a acompañar y ayudar a las personas que resulten beneficiarias de los pisos. Una vez finalizado el periodo de uso, la Cruz Roja entregará al Ayuntamiento las viviendas, libres de ocupantes y en el mismo estado de conservación que las recibió. Los gastos de reparación de los posibles desperfectos surgidos tras el uso también correrán a cuenta del organismo no gubernamental, que deberán contar con pólizas de seguros y de responsabilidad civil.