donostia- La Sade no ha decidido aún sin cumplirá la orden remitida por la Diputación que, el pasado mes de enero, le exigió que repare las grietas de la cubierta del edificio por las que entra el agua y estropea aún más la dañada estructura de la construcción. Fuentes de la empresa señalaron a este diario que están todavía analizando la situación ya que no tienen claro que sea de su competencia la reparación de esta cubierta. Según el criterio de la propietaria, solo le corresponde arreglar lo que suponga daños a terceros, porque el edificio está en ruina. Por eso, precisamente, el edificio fue envuelto en una red que evita las caídas de fragmentos y se eliminó la parte superior de la cúpula en octubre, después de que las instituciones competentes en materia de protección del patrimonio autorizasen su desmontaje.

Entonces, las autoridades ordenaron también la reposición de la cúpula, una actuación que, por el momento, no se ha llevado a cabo y tampoco hay fecha anunciada para que la reclamación se haga realidad.

La última orden emitida por el departamento de Cultura de la Diputación para reparar la situación de la cubierta da un plazo de un mes a la Sade para que ejecute las reparaciones necesarias, que incluyen también el arreglo de las evacuaciones de agua y el cegado de las chimeneas con el fin de conseguir una mejor impermeabilización. El plazo finaliza el 22 de febrero.

Según la orden foral, si la empresa no lleva a cabo estos trabajos, la institución los encargará por su cuenta y, posteriormente, se los cobrará. Asimismo, no descarta aplicarle sanciones si no lleva a cabo los trabajos.

La solicitud de la Diputación se basa en un informe técnico de la institución que asegura que “la última planta del edificio tiene importantes entradas de agua producidas por deficiencias en la impermeabilización de la cubierta”. Asimismo, considera que los trabajos “se deben acometer a la mayor urgencia” y añade que “no se deben olvidar otra serie de actuaciones que se deberán acometer en un corto o medio plazo, en el caso de que no se lleve a cabo una actuación global sobre el edificio”.

La situación del Bellas Artes ha provocado que tanto EH Bildu como el PP presenten sendas interpelaciones al concejal de Urbanismo.