donostia - Las obras que transformarán la cantera de la antigua Pescafría y completarán la promoción de Nerecán, en Altza, arrancaron hace unas semanas y darán lugar a un nuevo bloque de viviendas con plantas subterráneas que albergarán un supermercado, una haurreskola y espacios deportivos. Además, el espacio que surja frente al edificio completará el que ya existe en el interior de la U que forman las viviendas ya construidas de Nerecán, lo que dará lugar a una de las plazas urbanas más extensas de la ciudad, mayor que la plaza de Gipuzkoa, atravesada por la calle Bertsolari Txirrita.

Esta segunda fase de Nerecán que transformará de forma importante el paisaje de esta zona de Altza contempla, por un lado, la creación de una torre de ocho alturas sobre rasante (una menos de las inicialmente previstas) con 44 viviendas libres, con una piscina en la azotea. Debajo, habrá seis plantas más que aprovecharán el desnivel del agujero que dejó la antigua fábrica. En las plantas subterráneas habrá espacio para plazas de parking y un aparcamiento especial para autocaravanas. También habrá dos plantas semisoterradas (desde la zona de Bertsolari Txirrita habrá que bajar, pero estarán sobre rasante si se accede desde el paseo de Herrera) en las que se ubicarán unas nuevas instalaciones para haurreskola y también espacios deportivos.

Además, Eroski ha confirmado que se hará cargo del supermercado que ocupará una de esas plantas, de unos 1.800 metros cuadrados. Asimismo, se construirá un ascensor público que conectará la plaza con la zona más baja.

La antigua fábrica de Pescafría fue demolida en 2007 y el proyecto para rellenar la enorme cantera lleva años sobre la mesa, aunque con la llegada de la crisis los ritmos de construcción han cambiado y la promotora de esta operación, la UTE Jolastokieta en la que participan Sukia, Etxe Onenak y Gedi, ha esperado a tener más del 70% de las viviendas vendidas para empezar a trabajar. Los trabajos para construir las viviendas y los equipamientos se prolongarán alrededor de dos años, según los cálculos iniciales de las promotoras.

La crisis también ha influido de forma importante en los precios: si hace siete años el coste de las viviendas de la primera fase de Nerecán superaba los 360.000 euros, los pisos de tres habitaciones del bloque que se construye ahora se han vendido a partir de 240.000 euros y los de dos habitaciones, por 208.000 euros.

37 VPO y 36 tasadas Esta segunda fase de Nerecán se completará con la creación de un último bloque con 48 viviendas libres más, 37 VPO de alquiler y 36 pisos tasados que cerrará la gran plaza Harrobieta por el oeste, pero por el momento los trabajos para levantar ese último edificio no tienen fecha de inicio. Aprovechando el desnivel de la cantera, tendrá dos alturas diferentes.

Todos ellos se sumarán a los más de 350 pisos que fueron inaugurados en 2008 en la primera fase de esta operación urbanística, un centenar de ellos protegidos.