Una obra muy llamativa
Los trabajos de fijación de la ladera de san bartolomé reúnen a muchos curiosos obligados a desviarse por el corte peatonal de la calle easo
Los trabajos de fijación de la ladera bajo la que se encuentra el colegio de San Bartolomé fueron en la jornada de ayer un espectáculo muy contemplado por los numerosos transeúntes que se acercaban a la calle Easo y se veían obligados a desviarse.
El Ayuntamiento había ordenado el cierre peatonal a los viandantes de la calle Easo junto al muro de San Bartolomé y la acera del edificio que acoge la Guardia Municipal, por lo que los que llegaban de un lado eran desviados por Urdaneta y los del otro, por Larramendi. Precisamente, en esta calle se arremolinaban numerosos vecinos para contemplar el espectáculo de las grandes grúas arañando la ladera de piedra de San Bartolomé hasta dejar a la vista los micropilotes ya colocados para asegurar la pared vertical junto a la que, en el futuro, se construirá un nuevo edificio de viviendas y se abrirá la nueva calle Estella-Lizarra.
Decenas de personas fueron parándose a cada momento en esta esquina para observar el avance de la obra. Pudieron ver ya una de las vigas de anclaje proyectadas para que la toda la ladera quede bien asentada y, en el futuro, no se produzcan desprendimientos.
La esquina Easo-Larramendi era un hervidero de personas. Además de los peatones que hacían un alto en su camino, trabajaban los numerosos operarios de la empresa Moyúa, que también finalizan estos días el vaciado de los edificios cercanos, de la calle Easo 22 y plaza Easo 1, y 2, cuyas fachadas se conservarán. Además, numerosos agentes de movilidad daban instrucciones a la gente y paso alternativo a los vehículos, que tenían prohibido el paso cuando las grúas soltaban material desde lo alto. Hoy se repetirán los cortes peatonales y de tráfico de 7.30 a 9.30 horas.