donostia - Si el del aceite es el sexto contenedor y el de Oldberri el séptimo, los pequeños depósitos amarillos destinados exclusivamente a las pilas conformarían el octavo contenedor especializado de Donostia. En este caso, es la propia Mancomunidad de San Markos la que cuenta con casi 400 centenares de recipientes repartidos por Donostia y las localidades cercanas. Además, también hay decenas de comercios y establecimientos adheridos al sistema de recogida en los que se pueden dejar las pilas ya usadas.

San Markos recuerda que las pilas presentan una concentración de metales tóxicos cuyo alto poder contaminante “apremia a contar con la, en este caso, muy importante colaboración ciudadana en su recogida para su posterior tratamiento”. Las unidades retiradas en Donostia son enviadas a la empresa especializada Recypilas de Bizkaia.

Los contenedores diferencian las pilas habitual (salinas y alcalinas), y las de botón. Las primeras se tratan para recuperar los diferentes metales mediante procesos debidamente homologados y autorizados. Las pilas botón, en cambio, reciben un tratamiento específico por destilación para la recuperación y valorización del mercurio y de los metales contenidos, como hierro y un concentrado de plata.

Además, las pilas usadas, al igual que los electrodomésticos u otros objetos de gran tamaño en desuso que no se pueden depositar en los contenedores habituales, también pueden entregarse en los garbigunes de la ciudad: en Garbera (abierto también los domingos por la mañana) o en el de Atotxa Erreka (en verano, abierto solo por las mañanas de lunes a sábado). Por último, también pueden entregarse en el camión de San Markos que recorre la ciudad. - A.Z.