donostia - Ozentziyo, el último barco de madera de Gipuzkoa amarrado en Donostia, dedicado desde su origen al bonito, dejará la pesca para ofrecer a actividades sociales, pedagógicas y culturales.

La Fundación Albaola ha adquirido el barco para destinarlo a otros fines muy diferentes para los que se creó, como afirmó ayer su presidente, Xabier Agote. “Tendrá un uso pedagógico, social, cultural e incluso turístico”, añadió. Su objetivo consiste en conservar el patrimonio pesquero y en esa labor colaborarán la UPV/EHU, el Aquarium y la empresa de autobuses Irizar.

Ozentziyo es una de las últimas embarcaciones tradicionales construidas en Euskadi, en concreto, la penúltima. Se labró en el astillero de Mendieta de Lekeitio por encargo de una familia donostiarra y su nombre responde a una ermita ubicada en el municipio de Oiar-tzun.

La portavoz de la familia arran-tzale propietaria del barco agradeció ayer “la voluntad y determinación de Albaola por salvaguardar el patrimonio marítimo” a través de esta iniciativa.

El programa de actividades para el barco se conocerá los próximos días, aunque para el domingo ya se ha organizado un taller en el puerto. El día 20 -Día Europeo del Mar-, Ozentziyo será protagonista de una jornada de actividades y el día 31 también se llevará a cabo un concierto folk abierto al público. - N.G.