Añorga, la fábrica y sus recuerdos. Son tres de los aspectos que el proyecto Añorgatarrak recopila en un libro y un documental cuyos autores presentaron ayer en el Museo Cemento Rezola, acompañados de vecinos y antiguos empleados de la fábrica.
La coordinadora del museo, Amaia Llorente, aseguró que el proyecto Añorgatarrak surgió de una “necesidad de recopilar y difundir la historia de Añorga, especialmente de la época de la colonia industrial ligada a la empresa Cementos Rezola”.
El libro Añorgatarrak. Relatos desde la memoria y el documental Añorgatarrak II. La memoria del trabajo, son la segunda parte de la tarea puesta en marcha en 2010. Su principal objetivo, según la coordinadora, es la “puesta en valor y difusión de este trabajo recopilatorio del barrio de Añorga, especialmente vinculado desde 1850 a su actividad industrial cementera”.
El libro recopila las entrevistas, convertidas en relatos, que se realizaron para el primer audiovisual publicado en 2010 -Añorgatarrak I-, donde se recogen las vivencias y anécdotas de los vecinos mayores del barrio, así como perspectivas de la vida diaria en la colonia industrial surgida alrededor de la fábrica de Cementos Rezola.
El segundo documental, por su parte, ha sido elaborado por Okupgraf, y agrupa versiones de trabajadores jubilados o en activo de la factoría de Añorga, además de mostrar el funcionamiento de la fábrica. La responsable de la realización audiovisual de Okupgraf, Marian Larzabal, aseguró que en el audiovisual se quería ir “más allá, conocer las sensaciones de los trabajadores”.
El presidente de honor y portavoz de la empresa FYM-ITalcementi, José María Echarri, recalcó que “desde que se hizo el museo, siempre se estaba pensando en revitalizar el barrio” y añadió que “la memoria se ha elaborado gracias a esta imagen que ahora estamos dando y gracias a la gente del barrio”. “Los trabajos que hoy presentamos reúnen una valiosa información escrita y audiovisual de la vida diaria del barrio en el pasado”, recalcó. “De ahí su gran interés, que será aún mayor para las generaciones más jóvenes”, añadió.
Echarri, que se mostró “orgullosodel trabajo”, aseguró que “la fábrica es enorme, pero solo funciona con cariño”.