El plan para cubrir la pérgola de la plaza Easo genera dudas en el barrio

donostia - La asociación de vecinos Amara Bai anunció hace unos días la disposición del Ayuntamiento para colocar una cubierta en la pérgola de la plaza Easo. Para ello, el Consistorio ha propuesto tres cerramientos diferentes de 210 m2, 450m2 y 680m2 sobre la pérgola. Durante las jornadas de anteayer y ayer, entre las 16.00 horas y 20.00 horas, la sede de la asociación Amara Bai (Amara, 17) abrió sus puertas para mostrar los tres modelos de cobertura proyectados para la plaza y conocer las opiniones de los vecinos al respecto.

De esta manera, la entidad vecinal pretendía detectar cuál de las tres opciones prefieren los residentes. Sin embargo, estos encuentros no han reunido la suficiente gente como para llegar a una conclusión, según la asociación, por lo que esta tarde a partir de las 17.00 horas, junto al cartel informativo que lleva varios días en la plaza Easo, se pretende agrupar a más vecinos y discutir así cuál de las opciones es la más adecuada.

La cuestión desconcierta a algunos de los residentes del barrio, que lejos de conocer los detalles de la propuesta se encuentran desinformados y algo dudosos respecto a la posible reforma. Varios de ellos coinciden en que la manera de informar al barrio para tratar el tema no ha sido la más eficaz. Uno de los veteranos de la zona, Manuel Echaniz, aseguraba ayer a este diario que “no sabía que se hicieran reuniones para decidir qué forma de cubrir la plaza era la más adecuada”, y añadió que “podían haber hecho algo para mantenernos informados, algo más que un simple cartel”. Otro vecino, Txema Martínez, coincidió con el anterior y aseguró que “este tipo de cuestiones deberían tratarse de otra manera”. “Se trata de algo serio que afecta a nuestro barrio y deberían buscarse otras vías para que todos conozcamos, al detalle lo que se quiere o no hacer”, añadió.

Una de las principales cuestiones por la que los vecinos creen que cubrir parte de la plaza podría ser positivo, es por los niños. “Pienso que puede ser un buen sitio para los más txikis y si se acondicionase con juegos sería un lugar muy cómodo para estar con los ellos cuando hace malo y así estar resguardados del frió y de la lluvia”, aseguraba una vecina de la zona, Edurne Carrera. De la misma manera, recalcaba que “es un buen método para tener controlados a los pequeños y estar más tranquilos sin miedo a que se vayan corriendo o lleguen a la carretera porque se les ha escapado el balón”.

Sin embargo, hay un aspecto que preocupaba a otra vecina, Mirene Alonso: “el tipo de gente que puede entrar ahí”. “Todos sabemos que suele haber indigentes y algún borracho y si se cubriera y entraran dentro no me parecería un ambiente adecuado para estar con los niños”, afirmó.