Una sentencia respalda la decisión de ceder un local de Errotaburu a la DYA

donostia. Una sentencia judicial da la razón al Consistorio en su decisión de ceder un solar en Errotaburu para que la DYA construyera un centro de formación. Sin embargo, ante la oposición de los vecinos de la zona, que fueron quienes acudieron a los tribunales, la asociación de ayuda en carretera decidió recientemente renunciar al proyecto, por lo que la sentencia no tendrá efecto.

El objetivo de la DYA era potenciar su labor de formación a través de la construcción de este centro, en una parcela que el Ayuntamiento le cedió hace ya tres años. Sin embargo, los residentes de Errotaburu no vieron con buenos ojos la operación: por un lado, consideraban que se eliminaba uno de los pocos espacios verdes de su entorno y, por otro, mantenían que en caso de construir algo, fuera un equipamiento público para los propios vecinos, como una guardería, una de las necesidades que observan en la zona. Al fin y al cabo, insistían en que ese suelo debería destinarse a un aprovechamiento local.

Por todo ello los habitantes de la zona se reunieron en la plataforma Errotaburu Bai! y presentaron alegaciones contra la decisión del Ayuntamiento. Agotada la vía administrativa (el Consistorio se ratificó en la cesión de la parcela a la DYA), recurrieron a los tribunales. La sentencia llegó hace un par de semanas: el juez en cuestión rechaza el planteamiento de los vecinos y ratifica la decisión de ceder el solar para el centro de formación de la DYA.

tarde Sin embargo, la decisión llega tarde. La asociación de ayuda en carretera renunció al proyecto en octubre. Ante la oposición vecinal decidieron, al principio, retrasar la construcción del centro y con el proyecto en los tribunales, les paralizaron el préstamo previsto para las obras. Así las cosas, la DYA pensó en esperar a que el asunto se resolviera, confiando en que los jueces finalmente les dieran la razón.

Sin embargo, hace unos meses decidieron dejar de lado la creación del centro de formación. De todos modos, el presidente de la entidad, José Luis Artola, ya aclaró entonces que aunque se paraba la construcción del edificio, la asociación continuará fomentando la formación de voluntarios. Para seguir trabajando en esa línea, sí disponen desde el pasado verano de un nuevo local de 300 metros cuadrados en Intxaurrondo, cedido por el Gobierno Vasco.