sI todo marcha según lo previsto, las primeras 80 huertas públicas que el Ayuntamiento donostiarra habilitará en el parque de Lau Haizeta, en el barrio de Altza, abrirán sus puertas el 15 de mayo, coincidiendo con la celebración de San Isidro labrador, patrón de los agricultores. Las obras de acondicionamiento de las instalaciones comenzarán a lo largo del mes de enero, fecha en la que también se abrirán las listas para optar a uno de estos terrenos cultivables.

En total, el Consistorio habilitará 88 huertas, 80 de las cuales se cederán a ciudadanos donostiarras. Las ocho restantes se utilizarán en proyectos comunitarios, como trabajos sociales o actividades escolares.

Las parcelas tendrán entre 40 y 50 metros cuadrados de superficie y estarán ubicadas en el camino de Marrus, en el entorno del parque altzatarra de Lau Haizeta, cerca de los caseríos Marrus y Kataliñene. Las instalaciones se completarán con un edificio de 150 metros cuadrados de superficie, que acogerá distintos servicios para los usuarios, como los aseos y un almacén para los aperos de labranza, en cuya construcción el Ayuntamiento invertirá 150.000 euros. Se acondicionará, además, un depósito para recoger el agua de lluvia, una fosa séptica y un espacio para realizar compostaje comunitario con los restos de las podas y desbroces.

Tras la reciente aprobación del reglamento que regulará el uso de este parque de huertas públicas, el Consistorio prevé abrir a lo largo del mes de enero el plazo de solicitudes, a las que podrán optar todas las personas mayores de 18 años, empadronadas en Donostia con una antigüedad mínima de un año y que no posean, en propiedad o alquiler, terrenos cultivables en la capital guipuzcoana.

Si la demanda supera la oferta, se realizará un sorteo en el que se dará "prioridad a las personas mayores de 60 años, en consonancia con el Plan de Ciudad Amigable con las Personas Mayores aprobado por el Ayuntamiento donostiarra", indica el concejal de Medio Ambiente, Axier Jaka. En este sentido, se establecerán tres tramos de edad, entre 18 y 30 años, de 31 a 60 años y mayores de 60 años, a la hora de fijar las condiciones del sorteo.

Hasta la fecha, y sin que aún se haya abierto el plazo para presentar solicitudes, las llamadas de personas interesadas recibidas en el Consistorio donostiarra superan, según Jaka, el número de huertas disponibles, por lo que el éxito de esta iniciativa parece estar asegurado.

cesión

Un máximo de tres años

Las huertas públicas se cederán durante un plazo de un año, prorrogable anualmente hasta un máximo de tres, "con el fin de garantizar la rotación". Sus usuarios deberán abonar una tasa de 60 euros anuales por el uso del suelo público y de las instalaciones, a los que se sumará una fianza de 100 euros que será devuelta al finalizar el contrato.

Una vez adjudicados los terrenos, hacia finales de marzo, el Ayuntamiento organizará un curso de formación en el que tendrán obligación de participar todos los usuarios. En él se les informará acerca de las plantaciones autorizadas y se les enseñará cómo sacar el máximo partido a la huerta.

Los usuarios deberán poner en práctica una agricultura ecológica centrada, exclusivamente, en especies vegetales de la zona, tanto hortícolas (lechuga, tomate, cebolla, puerro, calabacín, alubias...), como plantas ornamentales, aromáticas o medicinales. Por contra, estarán prohibidas las especies exóticas, invasoras o aquellas que deterioren el terreno, así como los árboles frutales o las especies psicotrópicas. "En general, no se podrán plantar especies que no sean de temporada, las que no puedan recogerse antes de ocho meses", explica Jaka.

En cuanto a los abonos y fertilizantes, también deberán ser naturales, quedando expresamente prohibidos los fertilizantes contaminantes y los abonos sintéticos o minerales obtenidos por procedimientos químicos. Del mismo modo, no podrán ser empleadas semillas transgénicas o bulbos tratados con productos químicos de síntesis.

En lo que a las cosechas se refiere, solo podrán ser destinadas a consumo propio, quedando terminantemente prohibida la comercialización con estos productos o la obtención de rendimientos económicos a cambio. "La idea no es otra que fomentar el autoconsumo", indica el concejal de Medio Ambiente.

Para beneficiarse de la utilización de estos terrenos municipales, los adjudicatarios deberán constituir una asociación, que se encargará de garantizar el buen funcionamiento de las huertas. Se ocupará, en concreto, de "mantener el parque en condiciones, mostrarlo a todos los ciudadanos que se acerquen hasta allí y realizar un trabajo de sensibilización y fomento de la agricultura ecológica", precisa Jaka.

labora divulgativa

Visitas guiadas

En este sentido, el Ayuntamiento donostiarra no pretende privatizar un terreno público para el uso exclusivo de determinadas personas. "Es un servicio público", matiza el edil, quien avanza su intención de desarrollar un programa de "visitas guiadas" con el fin de sacar el máximo partido a este proyecto.

En esta línea, la ciudad viene organizando una serie de cursos integrados en el proyecto EtxEKOlanda y destinados a formar a la ciudadanía en el cultivo de huertos urbanos y en la sensibilización ecológica.

Los huertos urbanos y domésticos, en balcones y terrazas, son cada vez más frecuentes en nuestros pueblos y ciudades, y los beneficios son muchos y variados, como producir alimentos sabrosos y saludables para el autoconsumo, acercarnos a la tierra, la naturaleza y sus ciclos, potenciar hábitos de vida más pausados, pacientes y desestresantes o crear espacios de biodiversidad.

El mismo objetivo persiguen las huertas públicas, disponibles ya en varios municipios guipuzcoanos como Arrasate, Lezo, Usurbil, Azpeitia o Alegia y que en unos pocos meses serán una realidad también en Donostia.